El proyecto Preaddiction: un campus que cuida ha celebrado la segunda mesa redonda entorno a la experiencia de profesionales que tratan a pacientes que consumen sustancias. En esta ocasión, se ha contado con la presencia de Enrique Aubá, psiquiatra en la Clínica Universidad de Navarra, y de Blanca Martínez, psicóloga de la asociación Antox.

Moderada por la profesora de la Facultad de Enfermería, Idoia Pardavila, se han expuesto algunos temas entorno al consumo de sustancias, las razones que llevan a ello y los posibles planes de prevención. “Existen diferentes factores biopsicosociales, que influyen en el momento de crear una adicción” explicó Martínez, “para que sea considerada una adicción, tenemos que analizar la frecuencia, la cantidad y la finalidad del consumo”.

Por su parte, Aubá se refirió al hecho de tener en cuenta dos criterios “la interferencia que conlleva el consumo con el funcionamiento, y el sufrimiento que ello produce”. Añadió que “aquello que no sea considerado como un trastorno adictivo, no quiere decir que sea bueno para la persona”.

Para prevenir el consumo, los expertos dieron algunas ideas a los estudiantes que asistieron al encuentro: “es vital hablar del tema en casa y promover el pensamiento crítico” apuntó Martínez, quien también hizo referencia al hecho de “demorar el refuerzo positivo, con el fin de no buscar la inmediatez, porque, cuando se consume, se busca un estado de falso bienestar rápido”. Aubá apuntó a tres niveles de prevención: “debemos promover la salud y el bienestar entre la sociedad desde la información, el desarrollo de hábitos saludables y la posibilidad de formar cuidadores”. Además, el psiquiatra añadió que, cuando una persona comienza a consumir cannabis “de manera habitual, “comienzan a bajar su ritmo y no tienen ilusión por las mismas cosas. Es como si se bajaran del tren de la vida”.

Este proyecto pretende acercar a los estudiantes la realidad que viven muchas personas que padecen trastornos debido al consumo de sustancias, así como el trabajo que realizan los profesionales y asociaciones con los usuarios.

Nuevas perspectivas

Durante la sesión se hizo referencia al cambio que se ha vivido con el paso de los años “ha habido un cambio de terminología y en la manera de ver a los pacientes. En los 80, el drogodependiente era un delincuente. Poco a poco se ha ido entendiendo como una enfermedad y no como un vicio”, destacó Martínez. También se apuntó al hecho de diferenciar el consumo entre hombres y mujeres “los hombres consumen por buscar nuevas sensaciones, por un sentido de pertenencia al grupo, mientras que las mujeres lo hacen, o bien incitadas por su pareja o porque buscan superar los malestares de género”.