“Mientras pasaban los meses y se iba acercando el final del curso, un sinfín de preguntas pasaban por mi cabeza. Sentía que el grado me había aportado una visión muy molecular alejándose de la parte clínica que era y es mi gran interés, por lo que opté por prepararme el BIR”, relata Laura Ibarra, graduada en Bioquímica y Ciencias biomédicas por la Universidad de Valencia.

Tras dos intentos, se replanteó de nuevo su futuro. “Busqué y busqué hasta que encontré el máster que cumplía con mis expectativas, el Máster de Investigación, desarrollo e innovación de medicamentos (MIDI), que se centra sobre todo en las primeras fases del desarrollo de medicamentos para llevar a cabo su aprobación y posteriormente comercialización”.

Además, Laura destaca cómo este programa le ha abierto las puertas a la industria farmacéutica gracias a las conferencias de profesionales del sector, visitas a empresas, así como prácticas para realizar el trabajo final de máster (TFM). “Fue en una de estas conferencias donde descubrí el camino que quería seguir. Tuve la oportunidad de desarrollar mi TFM en PharmaMar, empresa pionera en el desarrollo de medicamentos novedosos de origen marino contra el cáncer”, explica. Es en el departamento de farmacología clínica donde realizó un proyecto centrado en el modelado farmacocinético, área que desconocía hasta que cursó el máster y en la que quiere continuar. “Es una de las ventajas que ofrece el máster: distintas asignaturas que te ayudan a comprender el proceso I+D+i del medicamento de una forma muy precisa”.