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El socotrí: una antigua lengua oral de Yemen desarrolla la escritura en el siglo XXI

Leonid Kogan, profesor de la Higher School of Economics de Moscú, explicó en el marco de un congreso del ICS cómo un grupo de lingüistas rusos creó este sistema de escritura a partir del árabe

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Leonid Kogan
FOTO: Elena Beltrán
05/11/18 15:25 Isabel Solana

En el océano Índico, señalada por la punta del Cuerno de África, se encuentra la isla de Socotra, en un archipiélago perteneciente a Yemen. Se trata de un enclave único, incluido desde 2008 en el listado de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por la enorme diversidad de su flora y fauna. Entre sus riquezas, cuenta con un tesoro inmaterial: el socotrí, una antigua lengua semítica que hablan unas 100.000 personas y que, hasta hace unos pocos años, pervivía únicamente de forma oral entre padres e hijos.

En el segundo decenio del siglo XXI, un grupo de lingüistas rusos, en colaboración con un grupo de intelectuales locales, desarrolló un sistema de escritura para esta lengua, basado en el alfabeto árabe. En el equipo se encontraba Leonid Kogan, profesor del Instituto de Estudios Orientales y Clásicos de la Higher School of Economics de Moscú.

El experto habló del paso de la oralidad a la escritura en el socotrí en un congreso internacional sobre textos transicionales organizado por el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra. La actividad se enmarcó en el proyecto ORFORCREA ‘Entre fórmulas: creatividad en los textos poéticos orales y transicionales’, que desarrolla Sarali Gintsburg en ‘Discurso público’ del ICS y cuenta con financiación del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, con una Beca Marie Sklodowska-Curie.

“La voluntad de conservar y desarrollar la escritura para el socotrí provino de los hablantes de la isla, que la consideran un elemento esencial de su identidad étnica y cultural. No fue algo externo, sino que partió de una demanda social”, afirma el profesor Kogan, quien indica que a pesar de tener pocos hablantes, este idioma “presenta buenas perspectivas de futuro”.

Promoción y prestigio

El socotrí está emparentado con el árabe, pero son completamente distintos, según el especialista: “Entre ellos hay un nivel de comprensión mutuo parecido al que existe entre el inglés y el islandés; es decir, ninguno”. Pese a ello, apostilla que en un lugar del mundo oriental donde se ‘venera’ la palabra escrita, la consideración de esta lengua oral era tan baja que muchos la creían un dialecto. “El desarrollo del sistema escrito -continúa- ha sido decisivo en la promoción de su prestigio, que ha crecido enormemente”.

El experto apunta que en la creación del sistema de escritura se partió del árabe, al que se añadieron cuatro elementos para plasmar los fonemas del socotrí. Pero la principal dificultad no fue solo una cuestión de alfabeto: “El reto fue desarrollar un complejo inventario de reglas ortográficas, de reglas de escritura para varias posiciones morfológicas y para fenómenos lingüísticos que a veces resultan muy complejos”.

El proceso aún no se ha cerrado. En 2014 se publicó el primer libro que utilizaba sistemáticamente la nueva escritura socotrí y el 85% ha sido estable, mientras que el resto aún está en fluctuación. “El segundo volumen verá la luz en unas semanas y la escritura aún no es estable al 100%”, dice Kogan. Así, puntualiza que “cada nuevo encuentro del equipo trae consigo nuevos desarrollos que muestran un progreso evidente”.

Leonid Kogan subraya que, para un especialista en lenguas semíticas como él, el socotrí es “una mina de descubrimientos” no solo desde el punto de vista lingüístico, sino también cultural, poético e incluso religioso. “Hemos aprendido mucho de esta cultura tan original, aislada y arcaica, con interesantes paralelismos con el mundo bíblico”, recalca. Y por fin las tradiciones populares, cuentos y poesías de la lengua local podrán plasmarse en papel.

Literatura de índole religiosa islámica

“También hay bastante demanda por crear y publicar literatura de índole religiosa islámica”, añade. Esto es importante, pues la población de la isla ha experimentado una fuerte islamización desde los años 90 de la pasada centuria, recuerda Kogan, y hasta hace poco en muchos círculos “las tradiciones y la lengua local se percibían como algo opuesto a las normas éticas y sociales establecidas por esa religión”. Frente a esto, menciona que en los círculos intelectuales de Socotra “hay un creciente sentimiento de rechazar la contraposición; se cree posible un equilibrio entre los valores religiosos árabes e islámicos y tradición local”.

Como ejemplo, menciona que uno de los colaboradores de su equipo, profesor de ciencias islámicas de un colegio, ha creado un par de composiciones de carácter religioso en socotri y un rico inventario de tradición narrativa local en línea con la ortodoxia islámica.  

El siguiente paso es, de acuerdo con Kogan, que los hablantes aprendan a escribirlo, tanto los niños en las guarderías y colegios como la población adulta. “Si las circunstancias políticas y sociales en la isla lo permiten, lo que constituye una cuestión aguda -resalta-, es sumamente probable que el sistema se adopte como un medio efectivo de enseñanza. Para eso seguro se necesita voluntad política, algo en lo que no nos podemos mezclar”. Cabe recordar que las circunstancias en la República de Yemen son complicadas, ya que el país se encuentra inmerso en una guerra civil en la que están implicados Arabia Saudita e Irán.

El trabajo también ha tenido un impacto en la comunidad científica, especialmente entre los académicos que estudian lenguas emparentadas con el socotri. Leonid Kogan comenta que en Omán y Yemen hay otros dos idiomas orales cuyas comunidades están interesadas en convertirse en lenguas escritas con una ortografía establecida. Estos esfuerzos mantienen viva la esperanza de preservar un legado que pertenece a toda la humanidad.

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