Raquel Lázaro, profesora de Historia de Filosofía Moderna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, impartió el pasado 26 de enero un seminario del departamento de Filosofía sobre “El sabio en la modernidad temprana”. La profesora Lázaro contó a los asistentes que la razón de este tema es que durante su carrera, al estudiar a Montaigne, Descartes y Spinoza, se “tropezó con el concepto de sabio”. Lo sorprendente de este encuentro es que sabio es una categoría clásica, y es interesante dilucidar qué significa en la nueva era moderna.

Como acostumbra Lázaro en sus exposiciones, alumbró la filosofía cartesiana en contraste con la luz de la filosofía clásica. Así, si el sabio clásico es el que contempla gozosamente algo, el sabio moderno es un investigador técnico que sabe para estar satisfecho consigo mismo. El sabio moderno es el que se conoce a sí mismo para tener autodominio de sus pasiones y poder dominar lo que no es él.

Además, la profesora Lázaro mostró que esta visión cartesiana tan estoica de la sabiduría no es nueva. Aunque Descartes haya pasado a la Historia como el que recomenzó la Filosofía, Lázaro incidió en que “no es original”. “Sin los Ensayos de Montaigne, no tendríamos Discurso del Método”, sentenció. Para ilustrar la deuda que tiene Descartes con el pasado, Lázaro explicó la influencia de “la ciencia del hombre” de Ramón Sibiuda, del racionalismo del Concilio de Basilea e incluso de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola en la filosofía cartesiana.

Durante el turno de preguntas del seminario, Lázaro concluyó que no solo “no hay tal ruptura” con la tradición, sino que “la modernidad es un parásito”. Cabe destacar que esta mirada crítica para con el mito de la modernidad es algo que Raquel Lázaro comparte con su maestro Rafael Alvira, quien impartió el anterior seminario del departamento.