Del 19 al 22 de abril, el artista Daniel Canogar (Madrid, 1964) impartió un taller a los 19 alumnos de  la 3ª promoción del Master in Curatorial Studies. Durante cuatro días, han reflexionado sobre el proceso creativo y han presentado sus propias propuestas en equipos.

En palabras de Canogar, que ya impartió un taller en 2020, el objetivo es “meter a los alumnos en la piel de los artistas, que vivan el proceso creativo desde dentro. Tendemos a pensar en el mundo del arte como algo muy clasificado y dividido entre artistas, curadores, críticos… Y creo que es mucho más dinámico y fluido. En ese sentido, es importante que entiendan y vivan la experiencia artística desde el hacer el arte”.

Al comienzo del taller, el artista realizó un acercamiento teórico desde temáticas como la ruina, el exceso y la fantasmagoría. Una presentación audiovisual llevó al grupo a una discusión posterior. La clase se dividió en distintos equipos que trabajaron durante una hora en la concepción y ejecución de un proyecto artístico. A continuación, mostraron y explicaron las propuestas al conjunto de la clase. “Han hecho proyectos artísticos extremadamente interesantes”, valora el artista, que destaca “la complejidad de los proyectos hechos con muy poco tiempo. Han salido temas muy interesantes y actuales, como la pandemia, el aislamiento, la digitalización de nuestros hábitos sociales…”.

Asimismo subraya la importancia del trabajo en equipo, la colaboración entre los distintos integrantes y la necesidad de tomar decisionesrápidas y llevarlas a cabo: “En proceso artístico siempre tenemos límitesde tiempo, de dinero, de medios, y tienes que usar tu ingenio y tu agilidad para resolverlos. Cuando construyes, ves cosas y ocurren accidentes que hay que saber aprovechar”. Canogar también destaca la “habilidad enorme” de los alumnos para presentar sus proyectos. Después, toda la clase debatió en torno a qué funcionaba o no de cada pieza. “Parte de la apuesta del taller era pensar haciendo. Y creo que es lo que más han disfrutado”, una filosofía que entronca directamente con la vocación learning by doing que sustenta este posgrado.

“Hacer un máster en estudios curatoriales dentro de un museo es una experiencia única. Supone vivir en directo el learning by doing. Creo que hay pocos máster en el mundo que tengan esa oportunidad tan directa y es excelente”, asegura el artista.