ConnectFish: un proyecto para restaurar la salud de los ríos ibéricos
Investigadores del Instituto BIOMA estudian cómo las presas afectan a los peces y a los ecosistemas fluviales, y plantean soluciones para una gestión más sostenible de nuestros ríos

28 | 07 | 2025
Los ríos son auténticas arterias vitales del planeta: no solo transportan agua, sino también energía, nutrientes y vida. Aunque apenas cubren un 1% de la superficie terrestre, albergan cerca del 10% de la biodiversidad mundial. Además de ser cuna de civilizaciones, fuente de agua, alimento, cultura y recreo, hoy están gravemente amenazados. La sobreexplotación, la contaminación, la deforestación y el cambio climático son solo algunas de las amenazas que comprometen su salud.
Pero hay una amenaza menos visible y, sin embargo, muy extendida: las presas. Estas infraestructuras son de gran utilidad para gestionar el agua, abastecer a la población, la industria y la agricultura, así como para generar energía hidroeléctrica, ofrecer oportunidades recreativas y contribuir al paisaje y la identidad cultural de muchas zonas. Sin embargo, alteran los cauces de los ríos poniendo en riesgo tanto su riqueza biológica como los servicios esenciales que brindan a la sociedad.
Conscientes de este problema, el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente BIOMA de la Universidad de Navarra, en colaboración con el Instituto Hidráulico de Cantabria, está llevando a cabo ConnectFish, un proyecto de investigación multidisciplinar que busca generar herramientas útiles para orientar las decisiones de la Administración sobre la construcción o eliminación de presas, favoreciendo una gestión más sostenible de los ríos. “Si los ríos son las venas y arterias del planeta, las presas pueden llegar a actuar como trombos que les impiden fluir y que afectan a la salud planetaria. Es nuestro deber encontrar un equilibrio entre los beneficios que las presas nos pueden proporcionar y ríos más sanos y resilientes”, afirma Ana Sánchez, investigadora del proyecto ConnectFish.
España es uno de los países con mayor densidad de presas por kilómetro cuadrado. Muchas de ellas están abandonadas o en desuso, pero siguen alterando profundamente nuestros ríos y su biodiversidad. Aguas arriba, el agua se estanca, aumenta su temperatura, pierde oxígeno y retiene sedimentos y nutrientes, alterando el equilibrio químico y favoreciendo la acumulación de contaminantes. Aguas abajo, el caudal y los sedimentos disminuyen, lo que afecta la fertilidad del entorno, el aporte de nutrientes o la frecuencia de inundación natural, afectando incluso a las zonas costeras al no llegar suficiente aporte de sedimentos para regenerar las playas.
Estas alteraciones afectan gravemente a la fauna acuática, fragmentando poblaciones como las de truchas o salmones y favoreciendo la aparición de especies invasoras. En el caso de España estas amenazas suponen un gran riesgo, ya que se trata de uno de los países con mayor porcentaje de especies endémicas de peces de agua dulce en Europa (más del 70%). Por eso, el equipo de ConnectFis, formado por más de 15 investigadores y técnicos de distintas disciplinas, está elaborando una base de datos con todas las barreras existentes en los ríos ibéricos, modelizando escenarios de retirada o construcción de presas y evaluando sus impactos ecológicos.
“Un río sano y resiliente también nos proporciona numerosas ventajas a los seres humanos: Nos ayuda a adaptarnos mejor al cambio climático actuando como regulador de inundaciones o refugio climático, mantiene la fertilidad de suelos agrícolas cercanos, sostiene la biodiversidad que controla plagas y poliniza cultivos, ofrece espacios recreativos y de valor cultural, espiritual y educativo… entre otros muchos servicios ecosistémicos”, señala Ana. “Además, el proyecto cuenta también con un importante componente social, ya que buscamos conocer cuál es la percepción que la ciudadanía tiene acerca de las presas de su entorno y el valor que les otorgan, para seguir avanzando hacia una mejor gestión de espacios naturales y conservación de especies sin dejar de lado a las personas que habitan y viven el territorio cada día”, añade.
ConnectFish está financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) - NextGenerationEU, ConnectFish lleva casi tres años estudiando cómo afectan las barreras fluviales a los peces de agua dulce y qué decisiones pueden tomarse para equilibrar las necesidades humanas con la salud de los ecosistemas.