“Decir que el ser humano no es nada más que el comportamiento de unos procesos bioquímicos no sólo es difícil de justificar, sino de entender. El razonamiento ‘nada más que’, el nadamasqueismo, es un disolvente”. Así lo afirmó en la Universidad de Navarra Moisés Pérez Marcos, dominico, licenciado en Teología y doctor en Filosofía. Lo hizo en el marco del seminario de mayo del Grupo ‘Ciencia, Razón y fe’, centrado en ‘¿Y si el naturalismo fuese una pseudorreligión? El desafío antropológico y teológico del naturalismo’.

El profesor Pérez Marcos hizo una breve exposición sobre qué es el naturalismo, entendido como una cosmovisión y extrajo las consecuencias que esa visión tiene para el ser humano y para la existencia de Dios. Para ello describió las dos principales ramas del naturalismo: el fisicalismo y el biologicismo, y planteó qué pasaría si en vez de considerar el naturalismo como un cuerpo doctrinal fuese un intento de subvertir la teología natural de siempre.

En su mensaje destacó el naturalismo como una gran narración etiológica que explica el origen del mundo y del ser humano: “Ofrece una visión del cosmos donde no hay cabida para un Dios creador. El naturalismo se empeña en sustituir el teísmo clásico y ofrecer una alternativa en todos los órdenes, pero muy especialmente en el intelectual”.

Asimismo, destacó la importancia de establecer un debate entre dos cosmovisiones que reclaman para sí la ciencia: el naturalismo y la teología. “No se puede decir que una goza de favor epistémico a priori. No sería justo decir que el naturalismo tiene ventaja porque tiene más relación con las ciencias naturales”, dijo.

Moisés Pérez Marcos es dominico, doctor en Filosofía y licenciado en Teología. Es profesor de varias materias de filosofía en la Facultad de Teología san Vicente Ferrer de Valencia (Filosofía de la ciencia y de la naturaleza; Antropología filosófica; Ciencia y religión; Filosofía del lenguaje y hermenéutica). Ha publicado recientemente La cosmovisión naturalista. Consecuencias epistemológicas, ontológicas y antropológicas (San Esteban, 2021) y es autor, junto con Alfredo Marcos, de Meditación de la naturaleza humana (BAC, 2018).