Una veintena de socios de la Alianza de Conocimiento para la Innovación Social en Zonas en Riesgo de Despoblación (KiNESIS) procedentes de Alemania, España, Estonia, Italia y Países Bajos ha visitado el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra para poner en común los avances del proyecto. 

Asimismo, los participantes han conocido de cerca el proyecto Vivid, en San Martín de Unx, un laboratorio de innovación en torno al vino, la viticultura y la despoblación; y Biosasun, en la carretera de Allo-Arróniz, una compañía de aceite de oliva ecológico dedicado a la innovación y la investigación que desarrolla otros productos dentro de la industria alimentaria y de la salud. 

La coordinadora de la alianza, Johanna Monti, profesora de la Universidad de Nápoles L’Orientale (Italia), ha enfatizado que una de las principales contribuciones del proyecto es la implicación de los estudiantes a través de las prácticas. “Hemos conseguido implicar a las comunidades a través de la cooperación entre universidades, ONG, municipios y ciudadanos particulares. Así estamos generando innovación social”, ha detallado.

“A través de las prácticas estamos dirigiendo a la gente joven a diferentes comunidades y ayudarles a pensar en cómo pueden mejorar su entorno. Están generando contenidos digitales y proponiendo iniciativas a través de hackatones, por ejemplo”, ha añadido. “Todo esto es el motor para lograr un impacto real”.

Desajustes en el mercado laboral

Por su parte, Elles Bulder, profesora de la Universidad Hanze de Ciencias Aplicadas en Groningen (Países Bajos), ha comentado que uno de los principales problemas de la despoblación de zonas rurales es la falta de personas jóvenes, que, entre otros efectos, produce desajustes en el mercado laboral. 

“No hay jóvenes que puedan hacerse cargo de los negocios. No solo hay servicios que desaparecen, sino que no se ponen en marcha otros nuevos. De este modo, el sistema puede terminar colapsando”, ha alertado.

La experta ha añadido que, en términos de habitabilidad y calidad de vida en las áreas rurales es importante reflexionar sobre qué personas viven aún allí y en sus necesidades, así como ser capaces de atraer “sangre nueva que aporte nueva energía, nuevas ideas”. 

La profesora Bulder ha destacado que en muchas zonas de Europa están surgiendo iniciativas de voluntariado para aportar soluciones, como el acompañamiento de ancianos a tiendas o servicios sanitarios, y el cuidado informal de los vecinos. “No obstante, es necesario combinar el input voluntario con otro de carácter profesional”, ha indicado.

“En la perspectiva europea podemos aprender mucho los unos de los otros sobre cómo organizar y mantener la infraestructura de servicios en buena forma para que resulte valiosa para los habitantes de esas áreas que no quieren marcharse de allí”, ha concluido.

KiNESIS es un proyecto cofinanciado por el Programa Erasmus+ de la Comisión Europea. Aborda la despoblación con enfoques nuevos, innovadores y multidisciplinares, que se aplican en la enseñanza y el aprendizaje. Para ello, se apoya en la creación de una red de intercambio, flujo y cocreación de conocimiento a nivel local y global.

Está coordinado en la Comunidad Foral por las investigadoras Ruth Breeze y Ana María Fernández Vallejo, del grupo ‘Discurso público’ del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra. El Observatorio de la Realidad Social del Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra y Cederna Garalur también son socios.