El diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no puede depender sólo de test neuropsicológicos, sino que debe ser resultado de un análisis completo de la persona. Esta ha sido una de las principales conclusiones del artículo científico ‘Systematic Review and Meta-analysis: Clinical Utility of Continuous Performance Tests for the Identification of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder’ del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, publicado en la revista Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, una prestigiosa revista del ámbito de la Psiquiatría y la Salud Mental. Se trata de un meta-análisis de literatura científica sobre la utilidad clínica de test neuropsicológicos de atención mantenida para el diagnóstico del TDAH que busca reforzar la necesidad de una evaluación completa en niños y adolescentes con síntomas. 

Según Gonzalo Arrondo, autor e investigador Ramón y Cajal del grupo ‘Mente-cerebro’ del ICS, la clave está en no quedarse solo con una prueba, sino en seguir un proceso. “Lo importante no es tener síntomas, sino tenerlos y que te afecten a tu vida diaria”, es ahí donde hay que comenzar el análisis. Ha asegurado que un diagnóstico completo no puede depender solo de los test neuropsicológicos, como el CPT. “Son efectivos siempre que se acompañen de otras pruebas como la entrevista clínica de un profesional y los cuestionarios para padres y profesores”, ha añadido. 

Asimismo, en el artículo también se ha estudiado la efectividad de las pruebas, concluyendo que existe un problema de unificación entre los métodos usados para el diagnóstico y el análisis de sus resultados. “Se hace difícil comparar resultados si, por ejemplo, un hospital usa un test clásico y otro hospital uno de realidad virtual”, ha explicado el experto. Ha incidido en la importancia de unificar esfuerzos para evaluar la eficacia y mejorar los test ya existentes.

Los tratamientos del TDAH

El TDAH es un trastorno del desarrollo caracterizado por la falta de atención y la hiperactividad. Para Arrondo, aunque toda la población pueda tener ciertos rasgos de falta de atención y/o hiperactividad, el trastorno afecta, en este sentido, “hasta el punto de provocar consecuencias negativas en el día a día”. Es, por lo tanto, importante identificarlo y tratarlo.

Una vez diagnosticado este trastorno, existen muchas terapias y tratamientos a disposición de los afectados. No obstante, Arrondo ha alertado que no todos funcionan. Por ejemplo, se ha demostrado que los electroencefalogramas no sirven para identificar el TDAH en niños y adolescentes. De la misma manera, en el caso de los tratamientos, se han descartado métodos como los juegos de brain training y el neurofeedback, un método en el que el propio paciente aprende a autorregular conductas que antes tenía de forma involuntaria.  

Por el contrario, el investigador ha indicado que sí hay métodos, diagnósticos e intervenciones apoyados en evidencia clínica. Según ha expuesto, para menores de 10 años se recomienda el entrenamiento para los padres por parte de especialistas y medidas farmacológicas. Para Arrondo, la importancia de los padres es esencial. En una fase más avanzada, a partir de los 10 años, existe una terapia cognitivo conductual que, para el investigador, “funciona muy bien para que la propia persona se entrene de manera autónoma”.

Esta publicación se enmarca en el Reto ICS 22-23 ‘Jóvenes, relaciones y bienestar psicológico’, tema convergente y transversal de investigación y divulgación que pone en diálogo a distintos grupos y proyectos del centro y colaboradores internacionales con el objetivo de estudiar el bienestar psicológico en la adolescencia y juventud.