El papel de la juventud es esencial en el proceso de lucha contra el cambio climático y es necesaria su implicación para alcanzar los Acuerdos de París. Esta es una de las conclusiones alcanzadas por los países en las últimas Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Madrid COP25, Glasgow COP26).

Como respuesta, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) lanzó la iniciativa Generación Clima COP27 con el fin de escoger las mejores ideas de proyectos de resiliencia y adaptación al cambio climático, ejes centrales de la próxima cumbre del clima. Con esta iniciativa, el MITECO, a través de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) y la Fundación Biodiversidad, y con la colaboración del CRUE, ha seleccionado a las mejores ideas para formar parte de la delegación española en la COP27, que se celebrará en noviembre en Sharm el-Sheikh (Egipto).

Una de estas ideas seleccionadas es ‘Mapeo participativo del riesgo de inundaciones para favorecer la resiliencia urbana y la reducción de riesgo en Makeni, Sierra Leona’. El proyecto ha sido diseñado por un equipo formado por cuatro estudiantes de diferentes centros académicos, entre los que se encuentra Pablo Sanchez-Bayo, alumno del Doble Máster Universitario en Arquitectura + Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MUA + MDGAE) de la Universidad de Navarra, y una profesora.

El jurado destacó el “carácter innovador, participativo, adaptable, escalable y replicable” de la propuesta. Con el fin de aumentar la resiliencia y la adaptabilidad de Makeni -ejemplo paradigmático de la ciudad media africana- ante los fenómenos provocados por el cambio climático, el proyecto propone desarrollar una herramienta participativa de mapeo y recopilación de datos de inundaciones para su posterior análisis.

Esta herramienta, fundamentada en citizen science, recopilaría la información de los puntos inundables (daños, zonas vulnerables, etc.). Serían los propios habitantes de la ciudad los que identificarían y categorizarían esta información. Posteriormente, participarían en proceso de recogida y mapeo, de tal forma que servirían como base para el análisis de este tipo de riesgos. Así, estos mapas podrían ser un elemento clave a la hora de tomar decisiones sobre adaptación y aumento de la resiliencia de la ciudad.

La posibilidad de participar en la COP27 brinda a este equipo de universitarios una excelente oportunidad para compartir su proyecto con otros jóvenes y profesionales comprometidos en la lucha contra el cambio climático al más alto nivel. Los estudiantes comenzaron este apasionante camino con una idea que ha sido reconocida y premiada. Ahora, su objetivo es continuar trabajando, desarrollarla en forma de proyecto y tener la oportunidad de implementarla. Este será un camino lleno de aprendizajes para abordar los retos de la adaptación al cambio climático, especialmente en países en vías de desarrollo.

Nacimiento de la idea y formación del equipo

La idea concreta surgió de la experiencia en terreno y del contacto cercano con la problemática de las inundaciones, cuando parte del equipo tuvo la oportunidad de trabajar en el marco de un proyecto de desarrollo en la ciudad de Makeni durante el verano de 2022. En primer lugar, vieron que había un problema importante, ya que la ciudad se inundaba un par de veces por semana durante la época de lluvias, que dura al menos cuatro meses al año. También observaron que había muchos proyectos de cooperación donde la población local no se terminaba de involucrar. Además, les llamó la atención el gran interés por los SIG (Sistemas de Información Geográfica) y el uso tan extendido del Whatsapp. Entonces, se les ocurrió abordar esta problemática a través de una iniciativa de mapeo participativo, herramienta que habían tenido la oportunidad de estudiar en el Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo (METD).

La conformación del equipo se fue dando poco a poco. La primera idea nació de un paseo por Makeni, mientras María Sánchez-Bayo (ingeniera agrónoma) e Ismail Sadeq (relaciones internacionales y economista), estudiantes del METD, se encontraban en la ciudad. Decidieron compartir la idea con Ana Belén Torrejón (graduada en Relaciones Internacionales), compañera del Máster, y con Pablo Sánchez-Bayo (estudiante del Doble Máster Universitario en Arquitectura y en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios), hermano de María. Para terminar de configurar el equipo, ya solo faltaba un docente. Y fue así como involucraron a su profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB de la Universidad Politécnica de Madrid) y del METD Julia Urquijo Reguera, doctora ingeniera agrónoma, con amplia experiencia en desarrollo y experta en adaptación al cambio climático y gestión de riesgos.

Integrantes del equipo

• Pablo Sánchez-Bayo (Universidad de Navarra).  Arquitecto y estudiante del Doble Máster Universitario en Arquitectura (MUA) y en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE)

• María Sánchez-Bayo (UPM - UCM). Ingeniera agrónoma y estudiante del Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo.

• Ismail Sadeq Dfaili (UPM - UCM). Relaciones internacionales y economista y estudiante del Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo. 

• Ana Belén Torrejón (UCM - UPM). Relaciones internacionales y estudiante del Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo.

• Julia Urquijo Reguera (UPM). Profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la UPM, Departamento de Ingeniería Agroforestal.