Según la encuesta sobre alcohol y drogas en España EDADES 2022, el 17,1% de los jóvenes de entre 15 y 24 años habían consumido cannabis en el último mes y un 27,2 % lo habían hecho en el último año. Siguiendo el objetivo del eje de Salud y Bienestar de la Estrategia 2025, la Facultad de Enfermería y en la Escuela de Arquitectura, en colaboración con las facultades de Farmacia y Nutrición, Medicina, Comunicación y Educación y Psicología presentan la II edición del proyecto Pre(ad)diction. Se trata de una iniciativa del Aula Saludable de la Facultad de Enfermería que busca conectar a estudiantes de estos centros con el objetivo de llevar a cabo un plan de acción que promueva la salud y combata las adicciones. 

Los profesores Idoia Pardavila, de la Facultad de Enfermería, y Aitor Acilu, de la Escuela de Arquitectura, cuentan los nuevos objetivos y el reto que supone la interdisciplinariedad en un proyecto que coordina alrededor de 200 alumnos de seis facultades. 

P. ¿De dónde surge la idea de que sea un proyecto interdisciplinar?

Idoia: Para cualquier actividad de promoción para la salud es necesario que participen la mayor cantidad posible de agentes de la sociedad. Pensando en la necesidad de contribuir desde la Universidad a la sociedad, desde el principio vimos la necesidad de contribuir. 

Aitor: En el grado de Diseño trabajamos la rama de servicio, que vincula al ser humano en relación a los ecosistemas en los que actúa y donde puede aportar valor aunando esfuerzos con otras disciplinas para conseguir mejores resultados. La complejidad que tienen los retos del siglo XXI requiere que juntemos fuerzas. 

Después de unirnos los grados de Enfermería y Diseño, llegó Farmacia, y más tarde se integraron Medicina, Comunicación y Educación y Psicología. 

P. Después de valorar los resultados de la primera edición, ¿se han planteado nuevos objetivos para la segunda edición?

Aitor: En la primera edición de Pre(ad)diction solo nos dirigimos a la Escuela de Arquitectura y a la Facultad de Enfermería. Experimentamos con muchas técnicas y planteamos objetivos para que los resultados fueran más amplios. Organizamos mesas redondas donde se discutía sobre los trastornos, se presentaron pacientes y médicos que daban su testimonio y experimentamos trabajar en claves de un avatar.

Ahora, el trabajo se concreta en identificar acciones viables y resultados que vayan sumando en positivo, en un viaje de aprendizaje en el que van a trabajar con compañeros de otras disciplinas que se han sumado y con los que nunca han convivido.

Idoia: Hay un objetivo general que se mantiene: crear una cultura del cuidado. Para esta edición se sumaron el resto de facultades, cada una tiene objetivos concretos y aporta desde su campo: en el grado de Diseño se va a crear un premio que se otorgará a los estudiantes que más se destaquen en las asignaturas que están vinculadas al proyecto. En el caso de los estudiantes de la Facultad de Comunicación se realizarán vídeos y planes de difusión para llevar a cabo en el campus estos meses. De la edición pasada hemos mantenido las mesas redondas para profundizar en el tema.

Asimismo, los estudiantes de Enfermería y Farmacia van a participar en jornadas de sensibilización dentro de la Universidad, muientras que los estudiantes de Medicina comunicarán los resultados de artículos científicos.

P: ¿Cómo es la convivencia entre los profesores y los alumnos? Adaptar el proyecto y el lenguaje al que están acostumbrados para entenderse puede ser un reto…

Aitor: Eso es muy interesante, pues todos estamos encantados de hablar en nuestros congresos internacionales con otras personas que son de nuestra propia disciplina. Pero no todos somos capaces de reunirnos con otros profesores que están desarrollando investigaciones en nuestro propio campus. Estamos descubriendo la riqueza que tenemos al lado y que hasta ahora no habíamos podido hacerlo. 

Idoia: Los alumnos que participaron en la edición pasada valoraron positivamente la oportunidad de trabajar con disciplinas tan distintas conjuntamente y aprender. No podemos remar solos y no podemos cambiar las percepciones de la salud solos. Tenemos que colaborar profesores y estudiantes para llegar a ser un referente a nivel nacional e internacional de una universidad libre de adicciones.

Aitor: En lo que corresponde a los temas humanos, que son prácticamente todos los que tenemos en nuestro entorno, todos somos actores fundamentales. En el caso de las adicciones, hay mucho que decir desde otras disciplinas y nos afecta a todos. 

Este proyecto de innovación está también liderado por las profesoras Amaia Zuzua y María Villanueva, de la Escuela de Arquitectura. Además, participan Maira Bes y Silvia Carlos (Facultad de Farmacia y Nutrición), Elena Puerta (Facultad de Medicina), Bienvenido León y Elena Gutiérrez (Facultad de Comunicación) y Laura García y Luis Eudave (Facultad de Educación y Psicología). Cuenta también con un enfoque de Aprendizaje-Servicio al promover la formación del alumnado a partir de la experiencia real, favoreciendo la creación de entornos saludables. Para la creación de las actividades de prevención también han colaborado el Aula Saludable de la Facultad de Enfermería, Tantaka, la Clínica y Antox (Asociación Navarra para la Investigación, Prevención y Tratamiento de Adicciones).