La dieta mediterránea reduce un 30% el riesgo de infarto, ictus o muerte cardiovascular
Publicado en New England el estudio PREDIMED, realizado por una red que coordina el catedrático de la Universidad Miguel Ángel Martínez
La dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos, es capaz de reducir en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular, según las conclusiones del estudio PREMIDED, publicadas hoy en The New England Journal of Medicine tras casi diez años de investigación.
El proyecto, realizado por una red de científicos coordinada por el catedrático de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez, nació en 2003 gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y actualmente está financiado a través de dos iniciativas del ISCIII, el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) y la Red PREDIMED.
"Los resultados encontrados contradicen el paradigma de ‘dieta baja en grasas', que erróneamente se invocaba para la prevención", destaca Miguel Ángel Martínez. Así se ha dado a conocer hoy en las presentaciones del trabajo, que han tenido lugar en Madrid y en Loma Linda (California), sede del 6º Congreso Internacional de Nutrición.
La presentación a la comunidad internacional en EE. UU. ha corrido a cargo del profesor Miguel Ángel Martínez. La de Madrid ha estado presidida por la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, Carmen Vela, y en ella han intervenido, entre otros, el Dr. Ramón Estruch, coordinador desde el Hospital Clinic de la Universidad de Barcelona y líder de los grupos de PREDIMED incluidos en el CIBERobn, y la profesora Estefanía Toledo, de la Universidad de Navarra.
El mayor ensayo clínico de España: 7.500 participantes y 20 millones de datos
En la investigación PREDIMED (www.predimed.es) participan 19 grupos científicos de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia, que han recabado más de 20 millones de datos a través de 200 centros de salud de toda España. En la muestra han intervenido 7.447 personas (57% mujeres, 43% hombres), asintomáticas pero con un alto riesgo cardiovascular, con edades entre los 55 y los 80 años.
Se trata del mayor ensayo clínico de la investigación española y uno de los principales de nutrición del mundo, cuyo objetivo es evaluar si la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos evita la aparición de enfermedades cardiovasculares (muerte de origen cardiovascular, infarto de miocardio y/o accidente vascular cerebral), en comparación con una dieta baja en grasa.
Como variables secundarias, se evalúan también los efectos de la dieta mediterránea sobre la mortalidad global e incidencia de insuficiencia cardiaca, diabetes, cáncer, deterioro cognitivo y otras enfermedades neurodegenerativas. "Hoy más que nunca, en tiempos de austeridad presupuestaria, es necesario reflexionar sobre las grandes ventajas de fomentar estilos de vida sanos, como es el estilo de vida mediterráneo y usar estas intervenciones preventivas sencillas que hagan sostenible nuestro sistema sanitario", señala Miguel Ángel Martínez.
En opinión del catedrático de la Universidad de Navarra, "se trata de rescatar el estilo de vida de nuestros padres y abuelos y huir de nuevas modas importadas de otros países que estamos viendo que no son tan saludables como las nuestras".
Asimismo, destaca que este estudio, que está oficialmente registrado en el Current Controlled Trials Register de Londres, ha permitido crear una base de datos que será un patrimonio único para la investigación en nutrición en España durante, al menos, los próximos veinte años.
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