24 niños y niñas, acompañados de algunos familiares, han participado este sábado en el taller de máquinas simples, donde han podido aprender algunas herramientas básicas -como por ejemplo la palanca, el plano inclinado, la cuña, el tornillo, la polea y la rueda- que nos facilitan realizar trabajos con un menor esfuerzo y que son la base de otras máquinas más complejas.

Durante la jornada los asistentes han podido aprender algunos principios básicos de Física que hay detrás de cada máquina simple, y han construido modelos usando materiales cotidianos, como tapones, tetrabriks, cucharas, palos de helado, pinzas o gomas elásticas.

“Las familias han podido disfrutar juntas, y desarrollar la creatividad, el razonamiento y el trabajo en equipo”, apunta María Olloquiegui, trabajadora del Museo de Ciencias.

Este taller tenía un objetivo triple: por un lado, fomentar el interés en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas de una manera divertida y accesible; por otra parte, desarrollar habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad; y por último pasar un rato agradable y divertido en familia.