"Otra TV es posible", aseguran expertos en la Universidad
Profesionales del sector y 80 especialistas de 28 campus apuestan en un congreso internacional por la creatividad para "hacer interesante lo importante"
La Universidad de Navarra clausuró el XVIII Congreso Internacional de Comunicación, al que acudieron 80 expertos de 28 campus para analizar el panorama de la televisión. Ramón Bultó, presidente del Consejo Audiovisual de Navarra, inauguró el encuentro y explicó las funciones de los organismos de control que tienen atribuciones legales y procuran "preservar el bienestar de los ciudadanos" promoviendo un clima adecuado en los medios.
Con la expresión Ecología de la televisión, título de esta edición del congreso, se pretendió caracterizar un panorama de luces y sombras que precisa fórmulas diferentes, según los organizadores. En opinión de Claude-Jean Bertrand, profesor emérito del Instituto Francés de Prensa de la Universidad París II, se trata de "hacer interesante lo importante".
Los expertos apuntaron diversos factores que afectan al sector, como la crisis y la concentración de la TV de pago, el auge de la telerrealidad y las estrategias de irradiación de programas de éxito. También mencionaron la ausencia de modelo de televisión pública, el peso de las productoras y la debilidad de las marcas de las cadenas, los cambios de accionariado en las privadas, la telebasura, etc.
Entretener no es banalizarLa tiranía del reloj, regida por imperativos publicitarios, es el paradigma de este modo de TV. Así lo sugirió José Angel Cortés, ex director de programación de Telecinco y Antena 3 y ahora vicedecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU. En su opinión, a falta de otras consideraciones, las audiencias se elevan a la categoría de imperativo moral. También aseguró que las empresas no están exentas de responsabilidad en un proceso que ha sido económicamente rentable.
José Ángel Cortés explicó el concepto de irradiación que se observa en las pantallas: los famosos de la telerrealidad desfilan por muchos otros programas a instancias de sus productoras, en la misma cadena en que se emitieron o en otras. Se trata de relatar sus experiencias y desvelar intimidades. Es un proceso calculado para ampliar "ventanas de distribución" y desarrollar estrategias de marketing. De esta forma, unos pocos espacios se convierten en centro de la programación, fragmentados en sucesivos resúmenes y especiales.
El éxito de la telerrealidad arrastra igualmente a las noticias. El afán de lograr informativos más entretenidos, producto de la inevitable lucha por audiencias, lleva a la "espectacularización" y "banalización" de los contenidos, como explicó Gianfranco Bettetini, de la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
Por otra parte, las productoras son protagonistas del avance de la telerrealidad. Con su gran capacidad de influir producen programas de gran audiencia y transmiten contenidos a otros. Los especialistas señalaron que se han convertido en empresas con gran influencia cultural. En este sentido, lamentaron que la homogeneización de los programas transforma a las principales cadenas terrestres en marcas débiles, con escasa capacidad de suscitar lealtad en sus espectadores porque, en el fondo, todos los canales parecen iguales. Aseguran que la falta de creatividad y originalidad es quizá hoy la principal amenaza que se cierne sobre el sector. Las televisiones públicas tratan de redefinir su función, entre la competencia comercial y la crisis económica, como subrayó Giuseppe Richeri, de la Universidad de Lugano (Suiza).
Menos presión político-financiera y más innovaciónEntre los aspectos positivos, los ponentes destacaron la capacidad de la TV para construir ciudadanía. Hoy los medios deben responder ante más instancias y su responsabilidad social cada vez se analiza con mayor detenimiento. En todo el mundo surgen "redes de control de calidad", en muchos casos por iniciativa de ciudadanos que demandan participación. Comunidades autónomas como Cataluña y Navarra cuentan ya con Consejos Audiovisuales, que pueden contribuir a que la TV cumpla cada vez mejor su función social.
Un ponente especialmente crítico y optimista en el congreso de la Universidad de Navarra fue Mikel Lejarza, socio y consejero del Grupo Árbol. Respecto a los problemas, apuntó a la autocrítica como principal vía de solución. "La TV -dijo- se ha convertido en un electrodoméstico que no ilusiona ni hace soñar. Otra TV es posible, nos hemos conformado con buscar respuestas y la TV también debe incentivar las preguntas".
En este punto, introdujo otras dos carencias del panorama televisivo: el riesgo y la innovación. Los directivos buscan contenidos seguros y la optimización de recursos: "En esta temporada sólo hay un programa nuevo en prime time. Nos centramos más en el cómo lo cuento que en el qué cuento. Hay que apostar por la creación".
Mikel Lejarza concluyó que "la TV es un invento maravilloso con infinitas posibilidades", pero "para saber entretener, hay que ser entretenido y los empresarios de hoy viven agobiados por la presión política y financiera".
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