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Clara Purroy terminó sus estudios de Arquitectura en la Escuela de la Universidad de Navarra en 2016. Cuatro años después, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha fallado los galardones que reconocen los expedientes más brillantes del curso 15-16, entre los que figura el de Clara como uno de los primeros premios en el área de Ingeniería y Arquitectura.

Muy contenta con el galardón (que tiene una dotación económica de 3.300 €), Clara también reconoce que ya lo siente como algo “un poco lejano”: “Hace 10 años que empecé la carrera… No obstante, ha sido la excusa perfecta para volver a recordar anécdotas, alegrías y penas con las personas que fueron co-protagonistas y apoyos fundamentales en los años de universidad; y que son, al fin y al cabo, lo que te llevas contigo”.

En la actualidad Clara cursa un Master in Business Administration en MIT Sloan (Massachusetts Institute of Technology) gracias a las becas de la Caixa, Fullbright y Rafael del Pino. “Es algo que quería hacer desde hace años para complementar mi formación en gestión y empresarial, que nunca tuve como arquitecta y que me ha tocado aprender a marchas forzadas en McKinsey y Amazon”. “Además”, añade, “MIT Sloan está muy centrado en emprendimiento y concretamente emprendimiento social, que me interesa mucho explorar”.

Y es que durante la carrera Clara ya realizó prácticas en consultoría estratégica en McKinsey, donde trabajó como analista durante dos años “muy intensos”. Después pasó a Amazon, para encargarse, junto con otras tres personas, del lanzamiento de Amazon Business en España (primero en Madrid y luego en Bratislava. “En Viena viví el confinamiento. De vuelta en Madrid, pude compaginar el trabajo con la docencia como profesora en el Master in Management del Instituto de Empresa, algo que siempre había querido hacer, dado que me encanta enseñar”. Y que va a poder continuar en el MIT “como teaching assistant” el próximo curso.

No seguir “el camino establecido”

Ya durante la carrera Clara se dio cuenta de que no tenía que seguir “el camino establecido por haber estudiado Arquitectura, sino que podía, quería y debía explorar lo que tuviera sentido para mí. De ahí que saltara a la consultoría estratégica, al e-commerce, a las ONG o la docencia”. También reconoce que esas decisiones “han sido cuestionadas porque 'eres arquitecta, ¿qué haces dedicándote a eso?'”. Pero ella, “con mucho esfuerzo” ha tratado de buscar caminos poco convencionales que le apasionan: “Sin miedo a explorar y arriesgar, sin importar lo establecido ni lo que esperen los demás. Ahora mismo, de hecho, no sé qué haré después del MBA y me siento muy cómoda así”.

Entre los retos apasionantes que nunca ha dejado de lado se mantiene Building Their Future: “Nació como mi proyecto fin de carrera/máster. Entonces, con varios amigos, fundamos la ONG para desarrollar el proyecto de levantar una escuela de Primaria en Nairobi”.

Desde aquel 2016 el proyecto ha seguido creciendo: “Volvimos a Kenia a construir nuevos pabellones educativos, colaboramos con un grupo de estudiantes de Enfermería y Magisterio que hicieron prácticas de verano en el colegio, etc.”. Hasta que llegó la pandemia. “En marzo de 2020 tuvimos que cancelar un proyecto maravilloso de construcción de un internado para niños de la calle en Nairobi. Esperamos retomarlo pronto y pasar, una vez más, un verano de construcción solidaria en Kenia. Ha sido un reto compaginar Building Their Future con el trabajo -sobre todo durante los años en McKinsey- pero es un proyecto demasiado importante y bonito para dejarlo pasar, y siempre acabamos encontrando tiempo y recursos.”, culmina la antigua alumna de la Escuela de Arquitectura.