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170 profesionales de 25 ciudades de España se dieron cita el pasado lunes 16 de marzo en la sede del IESE de Madrid, para asistir a la VIII Jornada Teológico-Didáctica "Retos y orientaciones sobre la familia.. A propósito de dos sínodos", organizada por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra, que constó de tres sesiones y un coloquio final.

"La política no apoya a la familia"

"La familia en la sociedad del siglo XXI", fue la ponencia de Alejandro Navas, doctor en Filosofía y profesor de Sociología y Opinión Pública en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Aseguró que "en nuestro país la política no apoya a la familia, que desde la izquierda se ve como algo hostil, porque es fuente primordial de desigualdad, y desde la derecha se percibe que no es necesario hacer nada por ella".

Apuntó también que "después de asistir a la evolución biológica nos encontramos en el antropoceno: el hombre toma el mando". Esta forma de entender la vida nos ha llevado a la postmodernidad, en la que "la propia sociedad crea sus totalitarismos, que se aplican a la vida humana desde el origen. Del sexo a tope, se desencadenan los embarazos y a continuación los  abortos".

El profesor Navas hizo notar que la felicidad es un tema que está de moda, y en nuestro país "se asocia a la familia. Lo que queda y lo que importa es la familia: sin ella una sociedad se extingue". Por eso "es decisiva, básica, fundamental". Animó a educar para "vivir en cristiano, que ahora mismo es algo contracultural, al menos en Europa. Hay que dar la cara, significarse, porque lo  cristiano ya no es patente ni evidente". 

"El cristianismo está herido"

Por su parte, Pedro Rodríguez, sacerdote, doctor en Teología y en Derecho, profesor emérito de Teología Dogmática de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra habló de "La familia en el actual contexto eclesial". Exhortó a los educadores a la enorme responsabilidad que tienen de "explicar a los niños desde niños qué es ser hombre".

Recordó que al final del pontificado de Benedicto XVI se celebró un sínodo extraordinario sobre la nueva evangelización. "El documento postsinodal se hace eco de la importancia de la familia para la nueva evangelización, que aparece vista no solo como objeto de evangelización, sino también como sujeto de la misma".

El profesor Rodríguez dijo que "el gran drama es que los cristianos no somos cristianos. El cristianismo está herido; hay que regenerarlo desde la familia. Pocas personas tienen hoy conciencia de la santidad del matrimonio porque han crecido privados de toda cultura cristiana. Es necesario reforzar y profundizar en la preparación del matrimonio", concluyó.

"La educación humaniza el planeta"

"Escuela y familia" fue la ponencia de Alfonso Aguiló, Ingeniero de caminos, canales y puertos, presidente de la Fundación Arenales y de la Fundación Alborada.

"En Harvard están estudiando las líneas del pontificado del papa Francisco, que podrían resumirse en: la necesidad de centrarse en lo esencial, una reformulación más atractiva de lo de siempre, sin miedo al cambio", expuso Aguiló. "Del mismo modo que el Papa se preocupa por los últimos, en nuestra tarea educativa nos debemos al alumno  difícil, a los casos complejos, a las familias complicadas".

Apeló a la importancia de la comunicación para transmitir la fe y a la necesidad de formarse. "El mensaje es bueno;  a  veces quien no sabe es el mensajero". E insistió en la necesidad de "adaptarse a lo que hay" y dejar de hablar de "lo que hay que hacer, o lo que tendría que ser". Animó a los participantes a "aprender de la gente joven y suscitar en ellos el deseo de cambiar el mundo".

Alfonso Aguiló terminó diciendo que "la educación siempre produce fruto, sin pretender saber demasiado cómo, ni dónde, ni cuándo. La educación humaniza el planeta. Buscamos que las personas sean autónomas. Y eso no está exento de una buena dosis de paciencia".