"Tenemos una forma de comer demasiado ligada a estados emocionales"
Más de 200 profesionales renuevan sus conocimientos en las XII Jornadas de Actualización en Nutrición, organizadas por la Universidad de Navarra
FOTO: Manuel Castells
216 personas –en su mayoría profesionales dietistas-nutricionistas, pero también estudiantes de doctorado, máster e investigadores- han participado en la edición número 12 de las Jornadas de Actualización en Nutrición, que organiza la Facultad de Farmacia y Nutrición de la Universidad de Navarra.
Este año la temática central de las jornadas fue la nutrición de personalizada y de precisión. En concreto, el catedrático de Nutrición del centro académico Alfredo Martínez habló sobre el papel de la Nutrigenética dentro de la nutrición personalizada; mientras que el profesor de Farmacia y Nutrición Fermín Milagro departió sobre la microbiota intestinal, entre otros ponentes.
A continuación tuvo lugar una mesa redonda en torno a la psicología y la nutrición emocional, en la que participó la especialista Griselda Herrero, doctora en Bioquímica, dietista-nutricionista y directora de Norte Salud Nutrición. Según declaró la experta, aunque todos comamos de un modo emocional en algún momento, “el problema viene cuando esa relación con la alimentación se vuelve incontrolable y no se come por hambre, sino para saciar un determinado estado de ánimo”.
Tal y como explicó a los asistentes a estar jornadas anuales, desde que somos bebés nuestra manera de alimentarnos es emotiva, “puesto que una madre cuando amamanta a su bebé no solo le alimenta, sino que le aporta cariño, protección, etc.”. Lo que deberíamos evitar, en su opinión, es continuar con ese tipo de alimentación para premiar a los niños o para castigarles, “y menos aún si el premio es un alimento poco saludable. Ya que después, cuando sea adulto, reproducirá esos hábitos, y recurrirá a los dulces cuando necesite un estímulo o como premio”.
Lo ideal, según Griselda Herrero, “es ser conscientes de cuándo, cómo y cuánto nos alimentamos de forma emocional, y cuándo lo hacemos porque tenemos hambre, para así controlar y poner medida a ese tipo de actitudes”.
El entorno que nos rodea no ayuda a comer de forma racionalAsimismo, la invitada a esta duodécima edición de las Jornadas de Actualización en Nutrición de la Universidad de Navarra alertó que el ambiente en el que vivimos “es muy obesogénico, incita a la obesidad y a una nutrición muy poco saludable, con publicidad omnipresente que relaciona un determinado de tipo de alimentos con un sentimiento de bienestar, de modo que ya desde niños asociamos el chocolate, los dulces, etc. con esos momentos agradables, favoreciendo el sistema natural de recompensa de nuestro cerebro y dificultando una relación racional y controlada con los alimentos”.
Además de las charlas y mesas redondas, los asistentes participaron en talleres prácticos y obtuvieron, al final de la segunda jornada, un certificado que avalaba esta formación.