“Si el diálogo entre fe y ciencia quiere ser fructífero, es absolutamente necesario afirmar la inevitable relación de la naturaleza con Dios”
David Alcalde, profesor del Instituto de Filosofía Edith Stein y del Instituto de Teología Lumen Gentium, participó en el seminario de diciembre del Grupo CRYF
“Si el diálogo entre fe y ciencia quiere ser fructífero, es absolutamente necesario afirmar la inevitable relación de la naturaleza con Dios y, por tanto, la intrínseca relación de la ciencia y la teología”. Así lo afirmó en la Universidad de Navarra David Alcalde, profesor del Instituto de Filosofía Edith Stein y del Instituto de Teología Lumen Gentium, ambas instituciones de la Archidiócesis de Granada. Sus palabras se enmarcan en el seminario de diciembre del Grupo ‘Ciencia, Razón y Fe’ (CRYF), centrado en ‘La problemática neutralidad del método científico’.
El profesor Alcalde recordó en su mensaje que algunas ideas deficientes acerca de Dios y de la naturaleza suelen ser asumidas implícitamente por muchos participantes en el diálogo entre fe y ciencia e impiden una comunicación real entre ciencia y teología.
Además, explicó que un presupuesto casi unánime entre los participantes del diálogo entre fe y ciencia es la existencia de un método científico neutral con respecto a la metafísica y a la teología: “Se asume que el método científico es ajeno a consideraciones metafísicas y teológicas. Sin embargo, la aceptación de la neutralidad del método científico conlleva una serie de presupuestos metafísicos y teológicos que son defectuosos”.
Entre estos presupuestos destacó la indiferencia de la naturaleza con respecto a Dios. “Esto implicaría que Dios sólo puede relacionarse extrínsecamente con la naturaleza. El extrinsecismo teológico es problemático porque falsifica y reduce la idea de Dios y la de naturaleza”, dijo.
David Alcalde Morales es doctor en Sagrada Teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, sede de Washington, D.C., desde 2017. Es sacerdote diocesano de la Archidiócesis de Granada desde 2008. Anteriormente, obtuvo el doctorado en 2002 en Ciencias Físicas, especialidad de Astrofísica, por la Universidad de La Laguna. Cuenta con amplia experiencia en investigación astrofísica y su ámbito de interés es la relación entre teología, metafísica y ciencia, como demuestra su libro publicado recientemente Cosmology Without God?: The Problematic Theology Inherent in Modern Cosmology.