Natalia Barcáiztegui es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales y Máster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra y Coach de Desarrollo Personal (EFIC). Asesora a adolescentes, jóvenes y padres de familia, y en su proyecto Querer Mejor ofrece conferencias y cursos de formación sobre educación afectivo-sexual. En esta entrevista Natalia nos presenta el libro que recientemente ha publicado, titulado “Sexualidad en la generación del rollo”.

¿Qué buscan los jóvenes a través de las relaciones actuales? ¿Qué encuentran?

Pienso que buscan lo que se ha buscado siempre: responder a la vocación del ser humano de amar y ser amado para ser felices. El problema es que la sociedad actual transmite un concepto deformado del amor. Se confunde el amor como virtud, ese amor que conduce a una vida plena, con sucedáneos que no son capaces de lograrlo. Se confunde amor con placer, con sexo, con atracción física, con enamoramiento… Y no podemos reducir la felicidad a bienestar, a sensaciones placenteras… El ser humano es corporal y espiritual, por eso además de los placeres terrenos hay que alimentar los deseos del alma, los gozos espirituales. 

Por eso, cuando nos conformamos con los sucedáneos del amor, sentimos un gran vacío. Eso es lo que se encuentran los jóvenes hoy en día. 

Pero no olvidemos que lo que hay en el fondo es un deseo de amar y ser amado. Estamos así diseñados, tenemos esa huella. 

¿Cuál es la mejor manera de ayudar a los jóvenes a que vivan mejor su intimidad/sexualidad (relaciones) sin imponer nada?

Pienso que para educar la sexualidad es fundamental educar para el amor. Tenemos que educar para amar, transmitir un adecuado concepto del amor como búsqueda del bien del otro y en esa entrega, encontrar la felicidad. Hay que explicar el sentido y significado de la sexualidad humana. Al ser expresión de la capacidad de amar, el cuerpo tendrá que aprender a expresar adecuadamente ese amor. 

Cuando reducimos la sexualidad a su dimensión corporal, al contacto físico, a gratificación placentera, estamos perdiendo la dimensión que caracteriza la sexualidad humana, la espiritual y esto genera un gran vacío. Al tener una dimensión corporal y una espiritual las consecuencias de la sexualidad afectan a la persona en su totalidad. 

Para vivir la sexualidad de forma adecuada a la naturaleza humana, las emociones, el impulso sexual, tienen que estar guiados por la inteligencia y la voluntad (dimensión espiritual. Por todo esto, los jóvenes necesitan criterio y mucho acompañamiento. Es importante que sepan levantarse tras las caídas, aprendiendo de los errores. 

¿Cómo formar mejor a los padres y educadores?

Los padres y educadores necesitan información y formación. Información para conocer la realidad del momento actual y formación para ser capaces de dar argumentos convincentes que sirvan para dar sentido a su comportamiento. 

Tenemos un contexto que difiere enormemente del marco educativo de la generación anterior. No se parecen nada las relaciones afectivas que mantenían los adolescentes y jóvenes hace 10 años (ni siquiera las de hace 5 años) con las que tienen en la actualidad. Esta realidad hay que conocerla bien para poder afrontar los problemas que se nos planteen. Educandos diferentes requieren una educación distinta. 

Por eso, a mi parecer, resulta prioritario despertar esa necesidad en los educadores y padres. No podemos pensar que nos sirven las fórmulas educativas que fueron eficaces en otro momento de la historia. 

¿Qué herramientas o visión te ha dado el MMF para ayudar de forma directa a los jóvenes, padres y educadores?

Yo siempre digo que el Máster en Matrimonio y Familia (MMF) de la Universidad de Navarra ha sido un punto de inflexión en mi vida:

• Me ha permitido reorientar mi carrera profesional. Estudié Económicas, también en la Universidad de Navarra, y descubrí mi vocación años más tarde. No había otra carrera que respondiera a mis inquietudes y el MMF tenía todas las respuestas. 

• Me ha aportado conocimientos profundos en un gran número de materias. El MMF proporciona una formación muy completa, que invita a profundizar y aporta con material para toda una vida. 

• Me ha concedido el privilegio de compartir este aprendizaje con unos profesores de máximo nivel intelectual y personal, que han sido una motivación para continuar estudiando y dedicarme a ayudar y transmitir conocimientos a un público más amplio. 

• El vínculo generado con los compañeros de promoción es otra gran aportación del MMF. Se crean lazos muy estrechos y una relación que perdura en el tiempo con un espíritu de amistad y colaboración sin igual. 

• Por último, me ha dado seguridad. La fuente de formación es fundamental. Un trabajo intenso con los profesores del Máster me dio seguridad y soltura a la hora de expresar mis opiniones y conocimientos. Desde ese momento, no he dejado de estudiar, escribir y formar. Uno de los frutos de ese trabajo es que la editorial Rial confiara en mí para publicar, en junio del 2022, mi primer libro, Sexualidad en la generación del rollo, dirigido a adolescentes, jóvenes y padres de familia, para tener un adecuado concepto del amor y la sexualidad. ¡Y ya estamos con el segundo!