Una reflexión en torno al rol del espacio y sus implicaciones en la narrativa de las exposiciones. Esta es la propuesta que plantean los 19 alumnos de la 3ª promoción del Master in Curatorial Studies del Museo Universidad de Navarra en la muestra Arte y Espacio III. Los estudiantes, dirigidos por el profesor Javier Antón, inauguraron la muestra el pasado viernes y puede visitarse en la segunda planta del patio del Palacio del Condestable de Pamplona hasta el 17 de mayo.

El mismo viernes, previo a la jornada inaugural, en la que tuvo lugar una mesa redonda, el grupo también celebró su graduación en un acto en el Aula Magna del Edificio Central de la Universidad de Navarra. La profesora Ana Marta González, madrina de la promoción, dictó la lección magistral. En el acto también intervinieron Jaime García del Barrio, director del Museo; Nieves Acedo, directora del máster; y Leire Santos, delegada de la promoción.

CUATRO PROYECTOS EXPOSITIVOS

La exposición reúne cuatro proyectos expositivos, uno por cada grupo de trabajo, en el que se explora un tema y su relación con la práctica curatorial. “Cada alumno del grupo investigó en profundidad un caso de estudio, con especial énfasis en el análisis de las estrategias espaciales como interfaz entre el mensaje y el receptor”, explica el profesor Antón. En este sentido, destaca que “los mensajes de cada grupo se entrelazaron entre sí para enriquecer la forma de entender ese tema en el ámbito curatorial”. Basándose en este trabajo, cada grupo diseñó una propuesta expositiva cuyo resultado se presenta en esta muestra bajo los títulos Cartografía, Onírico, Espectador y Temporalidad.

Mara Sofía López, del equipo que ha investigado el papel del espectador, apunta una propuesta centrada en el Nafarroako Monumentoa (Monumento Navarro). En la instalación confluyen varios elementos de cada caso de estudio y con el que buscan “invitar al espectador a contribuir a lo que él o ella cree que forma a la identidad Navarra, a llevarse objetos o aportar otros, cambiarlos de sitio...”.

El grupo dedicado a investigar la temporalidad quiso mostrar el concepto a través de “la putrefacción y cambios de estado de lo orgánico: en un muro horizontal, tres grupos separados de plátanos con estados diferentes de maduración”, explica Maite Fraile. Asimismo, cuenta que su interpretación surge a propósito de una pieza de la artista Claire Morgan sobre arte efímero expuesta en La Casa Encendida (Madrid): “Una experiencia efímera con la que reflexionar sobre la fragilidad, inevitabilidad y la evolución del paso del tiempo”.

Gabriela García y sus compañeros trabajaron en torno al concepto de cartografía, “un procedimiento continuo que enfatiza la importancia de considerar tanto la producción como el consumo del mapa, es decir, la propuesta curatorial y la experiencia de la audiencia”. En esta línea, detalla que tomaron como referencia la exposición El resto, comisariada por los alumnos de la 1º promoción del máster y que pudo visitarse en el museo de junio a septiembre de 2020: “En dicha muestra se accedía al procedimiento artístico de cinco artistas a través de lo “desechado” en el proceso de creación. Específicamente, nuestra propuesta es un guiño a la obra de la artista Miren Doiz La forma dada. Creando una nueva cartografía, hablamos de exposiciones que ya fueron, de materiales que mueren, de narrativas inconclusas y de ese engranaje oculto tras una exposición”.

Sobre el proyecto en lo onírico, Jonathan Hernández señala que “es en el espacio entre la vigilia y el sueño donde todo cobra sentido. Los objetos que evocan una piscina donde no la hay son objetos inusualmente colocados en un espacio que causan extrañeza y quieren provocar desconcierto en el marco de lo onírico”.

GRADUACIÓN PRESENCIAL

Siguiendo todas las medidas de seguridad indicadas por Salud Pública, los alumnos del Master in Curatorial Studies, procedentes de 8 países, también pudieron graduarse en un acto presencial el pasado viernes. La profesora Ana Marta González, madrina de la promoción, valoró que “saber descubrir y trasladar a un público inmerso en la mercadotecnia, las modas y las convenciones culturales dominantes la cualidad integradora y significativa del arte, trasladar la mirada crítica y reflexiva que el arte representa, a menudo superando las pretensiones del artista, es lo que autoriza a interpelar  la tarea del comisario, no como un simple gestor cultural, sino como parte de la misma práctica artística, atenta a esa personalísima pretensión de verdad característica del arte”.

Por su parte, Jaime García del Barrio, destacó la labor desarrollada por los alumnos durante el curso, un trabajo “intenso, profesional, duro a veces, flexible, brillante, generoso y colectiva, que supone un gran aprendizaje”. Asimismo, les recordó la importancia de mantener “espíritu de servicio y optimismo” en todos los proyectos que emprendan.

Leire Santos, delegada de alumnos, valoró el aprendizaje colectivo y agradeció a los profesores haberles “llevado en diferentes viajes que esperamos saber aprovechar”. Asimismo, reivindicó el papel de los nuevos comisarios, a quienes definió como “una generación activa, capaz de crear oportunidades y de priorizar lo social frente a la avaricia”.