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La unión de hongos y bacterias ayuda a la vid a resistir las altas temperaturas y el CO2 elevado asociados al cambio climático

Un estudio del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente BIOMA de la Universidad de Navarra demuestra que la simbiosis con hongos y bacterias mejora el rendimiento y la calidad del Cabernet Sauvignon bajo altas temperaturas y CO₂ elevado

09 | 10 | 2025

El cambio climático está afectando gravemente a la viticultura mediterránea, una de las más vulnerables del mundo por el aumento de temperaturas, las olas de calor y las sequías. En este escenario, mejorar la resiliencia de las vides jóvenes es clave para mantener la productividad y la calidad de las uvas.

Un estudio realizado por María del Carmen Antolín, Daria Kozikova, Inmaculada Pascual y Nieves Goicoechea —investigadoras del grupo de Fisiología del Estrés en Plantas del Instituto BIOMA—, junto a Idoia Garmendia, de la Universidad de Alicante, tuvo como objetivo evaluar si la aplicación conjunta de hongos micorrícicos arbusculares y bacterias promotoras del crecimiento vegetal podría incrementar la resistencia al calor de plantas jóvenes de Cabernet Sauvignon. Además, buscaba comprobar si esta combinación ayudaba a mantener o mejorar su rendimiento y la calidad del fruto bajo condiciones simuladas de temperatura y CO₂ elevados, representativas del clima mediterráneo del futuro.

“Para llevar a cabo el estudio, cultivamos plantas injertadas de Cabernet Sauvignon en invernaderos con gradiente térmico, simulando cuatro escenarios: temperatura y CO₂ ambientales, temperatura elevada, CO₂ elevado y ambos factores combinados”, nos cuenta Daria Kozikova, doctoranda del Instituto BIOMA. Con estos escenarios cubiertos, la mitad de las plantas se inocularon con hongos y bacterias y la otra mitad no.

Los hallazgos mostraron resultados prometedores: bajo condiciones de calor y CO₂ elevado, las plantas sin micorrizas mostraron una fuerte caída del rendimiento (hasta -75%) y pérdida de azúcares y antocianos en las bayas. En cambio, las plantas micorrizadas mantuvieron niveles normales de hierro y cobre, duplicaron el rendimiento y conservaron la calidad de las uvas (azúcares, fenoles y antocianos).

La simbiosis entre hongos micorrízicos arbusculares y bacterias promotoras del crecimiento vegetal mejoró la eficiencia fotosintética, la nutrición mineral (especialmente de micronutrientes) y la capacidad antioxidante de los frutos. Además, se observó una mayor termorresistencia: las plantas inoculadas soportaron mejor las olas de calor, con menos estrés fisiológico.

“Hemos visto claramente como la co-inoculación de hongos micorrícicos y bacterias es una estrategia prometedora para aumentar la resiliencia de los viñedos mediterráneos frente al cambio climático”, asegura Inmaculada Pascual, investigadora del Instituto BIOMA. “Los beneficios fueron más notables cuando el CO₂ elevado se combinó con altas temperaturas”, añade Inmaculada. El siguiente paso será trasladar la investigación al campo y a otras variedades para confirmar estos efectos a largo plazo.
 

→ Antolín, M.C., Kozikova, D., Garmendia, I., Pascual, I., & Goicoechea, N. (2025). Co-inoculation of arbuscular mycorrhizal fungi and plant growth-promoting bacteria improves thermotolerance and fruit quality of young Cabernet Sauvignon grapevines under elevated CO₂ and temperature. Plant and Soil. DOI: 10.1007/s11104-025-07893-7

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