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Las Jornadas de Investigación en Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad de Navarra cumplen diez años reuniendo en el Hexágono a los investigadores en formación, para mostrar sus proyectos a través pósteres y sesiones plenarias. Este año se han dado a conocer 69 trabajos de las facultades de Ciencias, Medicina, Farmacia y Nutrición y Enfermería.

Es el caso del proyecto sobre Entomología Forense -la ciencia que estudia a los insectos y artrópodos como pruebas científicas- de la estudiante de doctorado Sandra Pérez Martínez, graduada en Biología. Según explica la futura doctora, “el objetivo de este trabajo es tratar de desarrollar una herramienta aplicable a muestras de interés forense -como cadáveres- utilizando ácaros para complementar la estimación del momento en el que aparecen estos animales y, por lo tanto, conocer con más exactitud la hora de la muerte”.

“Hasta ahora”, continúa la investigadora, “en Ciencias Forenses se recurre a los insectos, pero estos no están presentes en todas las circunstancias -por ejemplo, en invierno, bajo el agua o dentro de una bolsa- y además ofrecen intervalos amplios de tiempo. En cambio, los ácaros, que son microscópicos, tienen más acceso en distintas circunstancias y además aparecen en días concretos”.

Nora Escribano -quien realiza su tesis doctoral en el departamento de Biología Ambiental- presentó su trabajo sobre micromamíferos de la Navarra media y la ribera alta. Tal y como ella misma explica, “el hecho de que los datos de biodiversidad se hallen ahora compartidos de forma universal a través de plataformas como Global Biodiversity Information Facility (GBIF) hacen posible añadir en estas redes otros datos valiosos recogidos en centros o museos, como el Museo de Zoología de la Universidad de Navarra, que contiene por ejemplo más de 60.000 registros producto del análisis de egagrópilas de lechuza, los cuales nos dan información muy valiosa sobre la evolución y situación de la especie, su diversidad, etcétera”, detalla.

Lógica fuzzy

Estas jornadas, a las que han asistido más de 200 investigadores, pretenden mostrar a toda la comunidad universitaria el trabajo de investigación que se realiza en los distintos laboratorios de ciencias experimentales y de la salud de la Universidad de Navarra. También en el departamento de Física y Matemática Aplicada, donde Carlos Bejines realiza su doctorado sobre lógica fuzzy. “La lógica clásica es la que ha permitido modelar premisas, cadenas de razonamiento y conclusiones precisas (aquellas que solo admiten dos estados: cierto o falso). Sin embargo, esta lógica resulta insuficiente en situaciones reales donde los datos son imprecisos, vagos o incluso incompletos e inexactos. Aquí es donde tiene sentido la lógica fuzzy que, junto con otras herramientas como las redes neuronales o los algoritmos genéticos, conforman el Soft Compunting”, detalla el futuro doctor.

De hecho, la presentación de su trabajo de investigación consiste, precisamente, en explicar de forma divulgativa la finalidad y el funcionamiento de la lógica fuzzy.