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Una jornada organizada por el Museo de Educación Ambiental San Pedro de Pamplona y la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, reunió a docentes y expertos en medioambiente en torno a un debate común: ""La Educación Ambiental, clave para un futuro mejor".

El profesor Ignacio López-Goñi, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, inauguró las sesiones presentando el Grado en Ciencias Ambientales, que oferta a partir de septiembre de este año en la Universidad de Navarra. Según indicó López-Goñi, el grado nace para "estudiar acertadamente los problemas ambientales, gestionar adecuadamente los recursos naturales y proponer a la sociedad modelos de desarrollo sostenible". El docente incidió en la gran variedad y oportunidad de salidas laborales y en la ventaja de contar con Navarra como ‘auténtico laboratorio natural'. "Una tierra, -destacó-, rica en diversidad y paisajes".

Por su parte, José Fermín Costero, responsable de Agenda 21 Local del Ayuntamiento de Pamplona, presentó las actividades del museo, centrándose en las destinadas a escolares y a que los ciudadanos aprendan y participen en el desarrollo sostenible. Entre otras enumeró: el Aula de Sostenibilidad, el ciclo de cine documental o la semana de la movilidad. Costero, licenciado en Ciencias Ambientales, resaltó la importancia de la educación ambiental como una salida profesional de presente y futuro.

Papel educador e integrador

Finalmente, Fernando Echarri, doctor en educación ambiental y profesor del Departamento de Biología Ambiental de la Universidad de Navarra, se preguntó ¿qué tiene el medio ambiente que nos vuelve al propio centro de nuestro ser?. En su opinión, "la educación es clave para disminuir los problemas ambientales. No debemos limitarnos a utilizar el medio ambiente como un mero recurso educativo, ya que es de por sí un educador". Asimismo, señaló que un educador ambiental del siglo XXI debe, en primer lugar, "enseñar a respetar la naturaleza y a contemplar, incidiendo en el gran potencial de las experiencias espirituales como fuente de transformación".

En el coloquio posterior a las intervenciones se debatió sobre la importancia de educar en valores, "pues la educación ambiental es, por naturaleza, educación en valores" y se apostó por integrar a las familias y a la sociedad en general "para superar muchos obstáculos". Cuestiones como la biodiversidad, el reciclaje, la energía y la movilidad se verían más reforzadas si se integraran valores como el respeto, la cooperación, la participación y la responsabilidad.