Tras la declaración oficial de “fin de pandemia” emitida por el Gobierno de Navarra, el Museo Universidad de Navarra finaliza este 1 de diciembre Narrar para no olvidar, un proyecto iniciado en marzo que durante estos meses ha recogido relatos personales sobre el impacto de la Covid-19 en Navarra. Su principal objetivo ha sido salvaguardar la experiencia colectiva actual para las futuras generaciones, poniendo en valor el relato como herramienta para la integración emocional de los hechos y sus interpretaciones. La iniciativa ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Pamplona y se presentó en el Palacio del Condestable el pasado junio. En los primeros meses de 2022 el proyecto  presentará sus resultados como caso de estudio del simposio Life-writing and the ‘archive of now’ organizado por  el Centre por Life-Writing de  la Universidad de Oxford.

Como explica Dailey Fernández, graduada del  Master in Curatorial Studies del Museo y comisaria del proyecto, la propuesta “exploraba un formato diferente de participación ciudadana en el Museo debido a las restricciones originadas por el Covid. Este formato nos invitó a explorar lo virtual y una mediación diferente con los participantes a través de la página web (archivo) y correos electrónicos. El principal objetivo del proyecto era proponer la narración de las vivencias, y la creatividad en general, como herramientas para sobrellevar la inestabilidad del periodo que se estaba viviendo a raíz de la pandemia”.

TEMÁTICA DIVERSA

Los relatos recibidos fueron escritos por personas de edades, lugares y ocupaciones diferentes y algunos fueron acompañados por fotografías, vídeos y dibujos. “Todos son muy personales y analizan diferentes aspectos de la vida cotidiana modificados por la pandemia: el confinamiento en el hogar, las relaciones interpersonales y cómo influyó en ellas el distanciamiento, las responsabilidades que surgieron en el trabajo (sobre todo de los sanitarios o docentes), las alternativas creadas por las familias y amigos para no perder el contacto y evadir momentáneamente el drama…”, explica Fernández.

En este sentido, apunta que “algunos autores describen situaciones concretas relacionadas con estos temas, mientras que otros prefirieron explorar sentimientos, emociones, o reflexiones más generales y subjetivas, vinculadas  con el miedo, la incertidumbre, la impotencia o la aceptación”.

Junto a Dailey Fernández, han integrado el equipo  Nieves Acedo, directora de Programas del Museoe Inés Olza, mediadora experta en narrativas e investigadora de la Universidad de Navarra. El proyecto ha seguido la metodología del storytelling, destacando el valor terapéutico de la narración. “Escribir es un ejercicio que nos hace explorarnos por dentro primero para luego exteriorizar y nombrar lo que sentimos o pensamos. Una vez que queda un texto escrito, es decir con cierta materialidad, podemos volver a él y revisar lo que éramos en un momento muy concreto para corroborar cómo hemos cambiado  (o mantenido) nuestras ideas o intuiciones. Este ejercicio es sumamente enriquecedor no solo en relación con experiencias traumáticas como las dejadas por el Covid, sino también para organizar nuestras ideas y a ser más conscientes de nuestra realidad en el momento que lo necesitemos”, subraya la comisaria. En esta línea, destaca que “narrar lo vivido durante el Covid, y archivarlo, nos deja la evidencia de que lo sucedido fue algo que vivimos en comunidad a pesar del aislamiento; fue una experiencia que a pesar de distanciarnos físicamente nos unió en otros muchos sentidos”.

El archivo seguirá abierto al público general y también para investigadores en su página web.