El 53% de los adolescentes que sufren violencia de pareja también la ejerce, según un estudio de la Universidad
La investigación incluye una guía de prevención donde se ofrecen herramientas prácticas para trabajar desde las aulas y en colaboración las familias
FotoManuel Castells/María Calatrava, investigadora del grupo Infinity: familia, amor y sexualidad.
28 | 11 | 2025
El 53% de los adolescentes víctimas de violencia de pareja también la ejercen, según revela una investigación desarrollada por el grupo Infinty: familia, amor y sexualidad del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. El estudio, presentado en las jornadas ‘Prevenir la violencia en adolescentes y jóvenes y acompañar a víctimas y victimarios’, celebradas en Madrid, subraya la necesidad de la prevención para construir relaciones sanas y libres de violencia. Para ello, resulta clave identificar las señales y sus consecuencias, así como trabajar desde las aulas de los centros educativos, uno de los espacios donde los adolescentes pasan gran parte de su tiempo.
La investigación incide en la importancia de la adolescencia como “etapa clave en la construcción de las relaciones afectivas” por ser el momento en el que “desarrollan sus primeras experiencias amorosas, lo que influye en su forma de entender el amor y las relaciones interpersonales en la vida adulta”. Los resultados revelan que el 35% de los adolescentes ha vivido o ejercido violencia psicológica en sus relaciones de pareja, especialmente en forma de control, gritos o revisión del móvil, aunque también se señalan otros comportamientos abusivos como aislamiento social e imposición de normas.
En cuanto a la violencia física, aproximadamente uno de cada diez jóvenes ha sufrido alguna forma de agresión por parte de su pareja. La violencia sexual, aunque menos frecuente (13%), toma múltiples formas, desde enviar contenido íntimo hasta actos sexuales sin consentimiento. El trabajo también revela que la violencia de pareja adolescente se intensifica con la edad, especialmente en sus formas psicológica y sexual. Los jóvenes de entre 15 y 18 años reportan más situaciones de control, chantaje emocional y coerción sexual.
Además, haber sufrido bullying se relaciona con una mayor probabilidad de sufrir o ejercer violencia. También el consumo de sustancias como tabaco, cannabis, alcohol o drogas. Estos resultados se han obtenido de una muestra de 3.524 adolescentes en España (1486 chicos y 2.038 chicas), de los cuales 612 chicos y 793 chicas declararon haber tenido o tener actualmente pareja.
Prevención desde las aulas
La investigación incluye una guía de prevención, dirigida a colegios e institutos, que propone herramientas prácticas para detectar y actuar ante situaciones de violencia, así como estrategias que fomenten relaciones basadas en el respeto y la equidad. “Para prevenir cualquier forma de violencia de pareja en adolescentes es fundamental trabajar estrategias de regulación emocional, desarrollar la inteligencia emocional, la autoestima, la empatía y la asertividad, así como impulsar las habilidades de convivencia y herramientas que les permitan abordar la resolución de conflictos y cómo pedir ayuda”, explica la psicóloga María Calatrava, investigadora del Instituto Cultura y Sociedad.
Algunas de las técnicas propuestas son el diario emocional, un ejercicio guiado que, a través de preguntas concretas, busca fomentar la conciencia sobre emociones como la rabia, el miedo o la tristeza; la expresión creativa de las emociones, a través de escribir o dibujar lo que sienten; y la técnica de la tortuga, que propone a los alumnos que, al igual que este animal, al sentir peligro, se “refugien” en un caparazón simbólico para calmarse y practiquen la respiración profunda.
El estudio resalta que, para lograr mejores, el trabajo realizado desde las aulas debe reforzarse que las familias desempeñan desde los hogares y proponen dos líneas de trabajo: “Buscamos formar a los padres para que ejerzan su autoridad y sepan identificar señales de alarma en sus hijos”, señala Calatrava.
En este sentido señala que “la violencia en la pareja adolescente suele manifestarse a través de celos excesivos, control del móvil y redes, presión para dar explicaciones constantes y aislamiento de amistades. También aparecen cambios de humor, ansiedad al hablar de la pareja, críticas o humillaciones repetidas y señales de miedo a contrariarla. Estos patrones suelen pasar desapercibidos al inicio, pero son indicadores clave de una relación dañina”.Si los padres detectan algunas de estas señales, se recomienda hablar con ellos con actitud positiva y afectiva, tener paciencia, favorecer la toma de conciencia, fomentar el refuerzo positivo, construir una red de apoyo entre familiares y amistades y garantizar la confidencialidad y la discreción.
· Guía "Investigación en violencia de pareja adolescente"