Retablos colaterales, exvotos y exorno

Los colaterales están dedicados a San Gregorio y a San Roque, ambos pertenecen a talleres tudelanos de fines del siglo XVII. Respecto al primero hay que recordar que, entre las fiestas celebradas con solemnidad en el santuario hasta 1863 figuraba la de San Gregorio. En su ático se conserva una curiosa pintura de San Gregorio Ostiense rodeado de insectos y langostas.

De los lienzos destaca uno de San José, versión tardía de una pintura con el mismo tema firmado por Vicente Berdusán de la parroquia de Villafranca. Asimismo hay que destacar otro de San Francisco Javier predicando, que sigue a la estampa de Gerard Edelinck, según pintura de Jerónimo Sourley.

El templo aún conserva el lavatorio de jaspes contratado con Juan de Estanga en 1738 y en tiempos pasados contó con un órgano realizado en 1801 por el organista de la localidad Ildefonso Ulibarrena, utilizando los tubos del viejo órgano y otros procedentes del órgano de la parroquia que pocos años antes, entre 1795 y 1797, había sido realizado de nuevo que estuvo a cargo del organero Manuel de San Juan.

Se han conservado, excepcionalmente, un par de exvotos muy interesantes, uno en relación con un cazador de 1719 y otro datado en 1696 que representa el interior de una casa madrileña, la del arguedano don Esteban de Cegama, contador del rey, cuya mujer resultó sanada tras invocar a la Virgen del Yugo. La cama con dosel, el altar con sus estrado, la recámara, las pinturas de la Soledad y los paisajes, a una con el retrato real y el espejo, son un excelente exponente de cómo eran los interiores de las casa de la Corte en la época de Carlos II.