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Artistas navarros (11). Julio Arrieta Zubiri, un diseñador e interiorista en la Pamplona de la primera mitad del siglo XX

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Diario de Navarra

José Ignacio Riezu Boj |

Diario de Navarra, en colaboración con la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro de la Universidad de Navarra, aborda, mensualmente, de la mano de especialistas de diversas universidades e instituciones, una serie sobre artistas navarros

En 1966 moría en Pamplona Julio Arrieta Zubiri, un artista hoy olvidado, pero que contribuyó notablemente a la renovación del diseño en la capital navarra del primer tercio del siglo XX. Agradecemos a su familia, especialmente a su nieto Miguel Javier Viguria y sobre todo a su bisnieta Natitxu Viguria, por su generosa disponibilidad para el estudio de su legado.

Julio (Pedro) Arrieta Zubiri nació en Pamplona el 30 de septiembre de 1883. Fueron sus padres Margarita Zubiri Iturralde (Pamplona, 1843) y Pedro Arrieta Argonz (Cáseda, 1842). Su padre fue un importante maestro de obras de Pamplona que reformó numerosos edificios de la ciudad y realizó varios inmuebles del primer ensanche. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona entre 1897 y 1901 donde parece que fue un alumno aventajado. Coincidió como alumno con Javier Ciga y tuvo de profesor entre otros al arquitecto Florencio Ansoleaga.

Comienzos

Comenzó sus primeros diseños pintando telones y decorando los escenarios de los círculos carlistas y del orfeón pamplonés. Pronto se hizo camino en la iluminación de pergaminos y el diseño de portadas de libros. De esta época podemos destacar el encargo que en 1916 le hizo el ayuntamiento de Pamplona para decorar la portada de la Memoria Reglamento del Vínculo para enviar al rey Alfonso XIII; el pergamino realizado en 1917 por encargo de la guarnición militar de Pamplona para agradecer la solidaridad mostrada por el ayuntamiento de Pitillas con el ejército, o la portada de la Guía-Programa de Pamplona editada por Roldan y Goñi para las fiestas de San Fermín de 1918. 

Julio Arrieta también practicó el dibujo. En este ámbito, cabe destacar su participación en el suplemento especial publicado por Diario de Navarra el 18 de julio de 1920 con ocasión del II congreso de Estudios Vascos celebrado en Pamplona en el que mostró un pastor roncales. Por último, también destacaremos su trabajo como pintor. Aunque no hemos encontrado muchos trabajos relacionados con esta actividad durante estas primeras décadas de su vida artística, hay que señalar el trabajo realizado en 1921 para la Junta General del Valle de Roncal consistente en la pintura de siete cuadros con la reproducción del escudo del Valle, uno para cada uno de los ayuntamientos que componen el valle. Estos primeros diseños siguen el estilo predominante de la época el eclecticismo historicista, aunque pronto se ven influenciados por el modernismo. 

Poco a poco, la fama de Julio Arrieta fue en aumento. En 1922, con ocasión del III centenario de la canonización de San Francisco Javier, participó en el diseño de varias obras creadas para el acontecimiento. Así Arrieta recibió el encargo de diseñar la bandera de la Federación Católica-Social Navarra y dirigió la decoración de la basílica de Javier con motivo de la peregrinación a Javier del rey Alfonso XIII. Además, como ya destacó el profesor Ricardo Fernández Gracia, Julio Arrieta fue el diseñador de las medallas conmemorativa del centenario y la de los peregrinos, así como de las portadas del programa oficial y del libreto con la partitura del himno oficial del III centenario. En este mismo año de 1922 el ayuntamiento de Pamplona encargó a Julio Arrieta el diseño de nuevos reposteros para la fachada del consistorio estrenados en las fiestas de San Fermín de aquel año.

En 1924, Junto con el pintor Javier Ciga y el escultor Fermín Istúriz, formó parte del jurado designado por el ayuntamiento de Pamplona para la elección del cartel anunciador de las fiestas de San Fermín. Ese mismo año de 1924, Julio Arrieta instaló un taller de ebanistería en la bajera del recién construido edificio de la sociedad Café Iruña en la calle Carlos III número 9. Este taller estuvo en activo hasta al menos 1933.

Interiorista

Nacida en Alemania en 1919, la escuela Bauhaus fue una descendiente directa de desarrollos fundamentales de finales del siglo XIX y principios del XX. En Inglaterra, el movimiento Arts & Crafts ya había desafiado la producción industrial, abogando por la artesanía y analizando la influencia de la Revolución Industrial en el diseño. Paralelamente, las vanguardias europeas estaban renovando la estética burguesa tradicional, preparando el terreno para el enfoque innovador de la Bauhaus.

Este movimiento revolucionó las artes decorativas y sentó las bases del diseño moderno, combinando artesanía y producción industrial para crear objetos económicos y de calidad con un proceso creativo. Esta filosofía no solo transformó las artes decorativas, sino que también redefinió oficios poco reconocidos hasta entonces, como el de diseñador de interiores o interiorista.

A mediados de los años 20 del siglo XX, Julio Arrieta poseía el saber y el oficio suficiente para intentar ejercer esta nueva profesión. Sus años de experiencia en escenografía, ilustración o decoración, le habían proporcionado una importante base para iniciarse en esta aventura. Además, su taller de ebanistería y una importante red de contactos tanto personales como comerciales le permitían ejercer esta nueva disciplina sin problemas. Sabemos de sus colaboraciones con Víctor Eusa o las empresas destacadas como las madrileñas vidrieras Maumejean. los tapices y reposteros Los Pontones, los muebles Gil Bergasa o la firma suiza Eubeolith. Los documentos que se conservan de su biblioteca, conservada por su familia nos confirman que, más allá de su experiencia artística y contactos, Julio Arrieta poseía una sólida formación que lo capacitaba para ejercer de interiorista. Entre su colección destacan una interesante y selecta colección de revistas y portafolios especializados en la decoración del momento. Estas publicaciones, repletas de bocetos y fotografías, no solo reflejan la aguda capacidad de Julio Arrieta para identificar y apreciar las corrientes más innovadoras de la época, sino que también sirvieron como fuentes de inspiración para su trabajo.

La labor de Julio Arrieta como diseñador de interiores la podemos encontrar en varios trabajos de decoración íntegra que realizó en locales de Pamplona. Desgraciadamente, en la actualidad, apenas queda nada de estos trabajos. Un caso paradigmático es la decoración de la nueva farmacia Navascues en la calle estafeta en 1925. La prensa local describía así los diseños de Arrieta en la nueva farmacia: 

El artista ha conseguido armonizar de una manera insuperable la seriedad de esta clase de establecimientos con la elegancia y gracia de las líneas, sin tener presente estilo determinado, pero dando satisfacción al gusto moderno. Agrada sobremanera presenciar estos progresos de las artes decorativas y del noble oficio de la ebanistería en nuestra ciudad”.

Otro diseño importante de la empresa de Julio Arrieta fue la instalación, en 1932, del palco y departamentos municipales del nuevo teatro Gayarre. Las fotografías y dibujos conservadas en el archivo municipal de Pamplona nos muestran una estancia decorada siguiendo la más pura esencia del estilo art decó. Otra decoración integral que realizó Julio Arrieta en 1934, fue el bar Iruña (hoy Rincón de Hemingway), colindante con el Café Iruña, del que sabemos que colaboró con Gerardo Lizarraga. También participó, en 1927 con Víctor Eusa en la decoración de la cabalgata de reyes de Pamplona.

Casa Stylión

Entre 1927 y 1931 la prensa local se llenó de anuncios de un establecimiento llamado Stylion-Arrieta y C.ª, con exposición en el paseo Sarasate nº 36 y talleres en la calle Carlos III nº 9, en los que destacaban la “elegancia y esmeradísima construcción” de sus muebles. Estos datos sugieren que hacia 1927 Julio Arrieta se asoció o compró Casa Stylion. Este establecimiento, fundado en 1924 por el arquitecto José Alzugaray y Arturo Picatoste, había ganado pronto gran popularidad dedicado a la venta de objetos de arte decorativo. Este exclusivo y novedoso local pamplonés fue el escenario de las primeras exposiciones de arte en Pamplona pasando por sus salas prestigiosos artistas como los pintores navarros Julio Briñol (1925) y José Basiano (1926 y 1927), el aragonés León Astruc (1931) o el esmaltador navarro Félix Artieda (1932). Hemos localizado un interesante dibujo firmado por Arrieta que se utilizó como anuncio a toda página y a color de la Casa Stylion. El anuncio, es un testimonio del talento de Arrieta como dibujante publicitario y de la importancia de la Casa Stylion en el panorama comercial de Pamplona como símbolo de modernidad y buen gusto. El dibujo sigue el estilo Art Decó característico de la época

Como relata Fernando Tabuenca, en 1929 la empresa Arrieta y Cia SL encargó a Víctor Eusa la construcción de un edificio en la intersección de las calles García Castañón y Fernández Arenas nº 4. No sabemos la causa, pero el destino original del edificio cambió, probablemente relacionado con la llegada de la segunda república. Al finalizar la construcción, a finales de 1932, los bajos del edificio fueron alquilados por la mutua de accidentes de Pamplona. Solo una gran escultura de Atenea, la diosa de las artes, que corona la esquina principal del edifico, nos recuerda sus pretensiones originales. 

Durante la década de 1930, Julio Arrieta desempeñó el cargo de representante para la reconocida casa de vidrieras Maumejean. En el año 1933, en su calidad de representante de esta prestigiosa empresa, presentó cinco vidrieras en la Exposición de Artes Decorativas organizada por el Ateneo Navarro. Según testimonio de la familia, además de la representación, Julio Arrieta también diseñó vidrieras para la empresa. La familia conserva gran cantidad de bocetos de vidrieras de la firma Maumejean, entre ellos nos ha llamado poderosamente la atención uno formado por tres paneles en blanco y negro en el que se representa una escena muy conocida del encierro de toros de Pamplona en la calle Mercaderes, que bien pudo ser diseñado por Arrieta.

Ocaso

A partir de 1935 no tenemos noticias de Arrieta en Pamplona. Parece que al llegar la guerra civil y por motivos económicos Julio tuvo que emigrar a Madrid dejando en Pamplona a su esposa e hija. Por la familia sabemos que Julio Arrieta trabajó en la prestigiosa casa de muebles y bronces artísticos Herraiz y Cia, una de las mejores empresas de muebles del país en aquella época. Hacia los años 50 Julio Arrieta regresó a Pamplona. En esta etapa final de su vida el artista creó una extensa obra pictórica que permanece en manos de su familia. 

Julio Arrieta falleció el 3 de enero de 1966 con 82 años, dejaba una hija y cinco nietos. La prensa lo despedía diciendo “Ayer descansó en la paz del Señor en nuestra ciudad don Julio Arrieta Zubiri, muy conocido y estimado y cuya muerte ha sido muy sentida por las extensas amistades que supo conquistar con su bondad característica. Fue un industrial prestigioso de firma muy acreditada”.