2016_02_29_EDU_Aramburuzabala

Pilar Aramburuzabala, profesora del departamento de Didáctica y Teoría de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, fue la ponente el pasado 22 de febrero de una nueva sesión del Parlamento Cívico, que impulsan la Universidad de Navarra y el Parlamento foral.

"Hoy en día el mundo vive una situación mayor de injusticia profunda relacionada con la crisis, la globalización... Vivimos una situación de mucho sufrimiento y encontramos tres tipos de reacciones humanas: el estado de shock, salir corriendo o actuar; y es aquí donde entra el Aprendizaje-Servicio". Así comenzó su ponencia donde, la docente también hizo hincapié en que el Aprendizaje-Servicio no es una técnica más, sino que es la metodología por excelencia. La definió como una filosofía que ayuda a entender el desarrollo de la educación basada en valores.  

Aramburuzabala se refirió a dos hipótesis de trabajo: una en la que el Aprendizaje-Servicio es una estrategia "óptima" para conseguir una educación para la Justicia Social (desde escuelas, institutos y universidades) y la segunda, la focalizada hacia una Justicia Social para cumplir unos objetivos, dirigidos a una comunidad para lograr una transformación social. Sin embargo, insistió en que el Aprendizaje–Servicio debe ir más allá y tener una conciencia específica de Justicia Social.

También señaló tres características que definen el modelo actual de Justicia Social: la redistribución de los bienes, el reconocimiento de la desigualdad (étnica, la basada en estereotipos y prejuicios) y la representación; justicia entendida como participación en el que todas las personas están en las mismas condiciones para poder participar en la sociedad.

Para Aramburuzabala, "la educación tiene un papel central para alcanzar la justicia social en el mundo y hay que educar desde y en ésta". En el primer caso, trató de establecer metodologías sociales justas, como crear una cultura educativa a través de los docentes y la comunidad, y ayudar así al alumno a desarrollarse como "ser humano y no sólo fomentar la parte intelectual".

Al mencionar la educación en justicia social,  la docente recalcó el hecho de trabajar con el autoconocimiento y la autoestima, de manera que, al indagar sobre el reconocimiento de uno mismo, se lograría reconocer así a los demás.

A lo largo de la conferencia, también insistió en la importancia de transmitir "menos contenidos" y enseñar en mayor medida a llevarlos a la práctica:  "Esto – concluyó- es lo que nos permite el Aprendizaje–Servicio, a adquirir conocimientos, pero también a transmitirlos".