2019-01-29-Noticia-ECLE-Jordi Puig

“Estamos más dispuestos a disfrutar los beneficios del consumo que a buscar el enriquecimiento que supone renunciar a lo innecesario”, en favor de otros, o del medio natural. Así lo apuntó el biólogo ambiental, Jordi Puig, ante un aforo de más de medio centenar de personas que participó en el seminario de enero del Grupo ‘Ciencia, Razón y Fe’ de la Universidad de Navarra.

Durante el seminario, el profesor de la Facultad de Ciencias sugirió, desde una sensibilidad ambiental hoy mayoritariamente no cristiana, siete aspectos en los que se puede encontrar una convergencia muy fructífera con el cristianismo.

Su exposición desarrolló paso a paso esta tesis: “Toda realidad natural, porque existe como es, en relación natural conmigo y con los demás, tiene valor material y moral: compromete. No admite uso arbitrario, y pide ser cuidada y enriquecida al vivir… yo”.

“Estamos llamados a multiplicar y dar, no a agotar y a acopiar”

El profesor Puig señaló que no hemos desarrollado ni nos hemos propuesto todavía una cultura que busque no solamente ni en primer lugar enriquecernos, sino “enriquecernos pero enriqueciendo” siempre a los demás y a la tierra, en todo tiempo y lugar. “Estamos llamados a multiplicar y dar, no a agotar ni a acopiar, que es la vía fácil para el enriquecimiento material de algunos pocos”.

Concluyó que el cristiano “está llamado siempre a convertirse, también en materia ambiental y de justicia distributiva, íntimamente entrelazadas como ha señalado la encíclica Laudato si’”. Y que esa actitud de conversión, a la que llama Francisco, “ofrece un clima óptimo de encuentro con la cultura ambiental, que tiene mucho de positivo que aportar y enseñar al cristiano”.