“Cualquier experiencia, cualquier información nueva que tenemos se interpreta a partir de los esquemas o marcos cognitivos que ya tenemos”. Así se ha expresado en la Universidad de Navarra Bert Cornillie, profesor titular de Lingüística Española en la Universidad de Lovaina. El experto fue invitado por el proyecto ‘Discurso público’ del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra para presentar una investigación sobre ‘La modalidad lingüística y el framing en el discurso periodístico’.

Bert Cornillie ha reflexionado sobre la presencia de marcos subjetivos en la opinión pública -por ejemplo, “la política ya no funciona”- y se ha preguntado de dónde surgen. Según ha indicado, se crean nuevos marcos cuando esquemas o conceptos ya existentes en otros dominios se unen y, como resultado, se refuerzan.

A modo de ejemplo, ha ilustrado el uso de los marcos por parte de los políticos con el estudio de George Lakoff, investigador de lingüística cognitiva en la Universidad de Berkeley (California). Lakoff analizó cómo el candidato a la presidencia de los EE.UU. Donald Trump se basaba en dos marcos clave de la sociedad americana tradicional para reforzar su postura: “La seguridad que da un padre de familia - él es autoritario- y la relación causa–efecto directa, un discurso sencillo, simple, unidireccional, sin concesiones. Insulta a la gente porque, en esta visión, un padre puede hacerlo de vez en cuando”, ha argumentado, añadiendo que atacar la postura del candidato refuerza el marco que ha creado.

Si bien afirma que “nuevos líderes como Trump o Le Pen se basan en estos movimientos de esquemas para desarrollar sus discursos más radicales”. Para él esto no supone que los marcos en los que se mueve la sociedad se radicalicen, sino que la era digital ha permitido el acceso a más ideas: “El control de los medios o la filtración que antes se ejercía se está evaporando y esto hace que tengamos una multitud de opiniones, que tienen su propia legitimidad, pero que antes no se podían ver tan fácilmente”.

Asimismo, ha hecho referencia a una campaña de la industria alimentaria que utiliza la unión de esquemas: los ‘flexívoros’, en reacción al auge del vegetarianismo. “Ser vegetariano se ve como un avance –cuenta-, pero afecta a la industria alimentaria porque provoca un descenso en la demanda de carne”. Ahí surge el concepto de ‘flexívoro’: unir el esquema de una alimentación sana (no es bueno comer carne todos los días) con la promoción de la producción local (refuerza la idea de comer carne, pero procedente del entorno geográfico cercano). “Al compartir esquemas básicos de otros marcos, el marco en sí se hace más popular”, ha defendido el experto.

Diálogo entre la lingüística y la comunicación

Bert Cornillie ha analizado seis revistas destacadas y de factor de impacto en el área de la lingüística y el periodismo: Journalism, Journalism Studies, Journal of Pragmatics y Cognitive Linguistics entre 2010 y 2016. Pretendía conocer cómo se ha analizado la modalidad y el framing desde las dos disciplinas. La conclusión fue que la categorización lingüística casi no está presente en los estudios sobre el periodismo, mientras que el análisis del discurso periodístico casi no aparece en las revistas de lingüística cognitiva y pragmática.

Desde su experiencia, el investigador ha puesto en valor la necesidad de colaboración entre lingüistas y expertos en ciencias de la comunicación. “La lingüística se puede beneficiar por la visión amplia del discurso, la elaboración de temas, de líneas discursivas y, sobre todo, la constelación sociológica acerca de posturas”.  A su vez, “las ciencias de la comunicación se pueden inspirar en los análisis refinados de las formas lingüísticas”, ha finalizado.