Publicador de contenidos

Volver 2017-02-17-noticia-FYL-gihre-polaco

El catolicismo en la Polonia comunista: años de cambio (1962-1978)

El profesor de la Universidad de Varsovia, Pawel Skibiński, en un seminario del GIHRE

Descripcion de la imagen
FOTO: Manuel Castells
27/02/17 16:39 Santiago de Navascués

El viernes 17 de febrero tuvo lugar un nuevo seminario del Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE), en el que, en esta ocasión, el profesor Pawel Skibiński, de la Universidad de Varsovia, habló sobre “El catolicismo en la Polonia comunista: años de cambio (1962-1978)”. El ponente es especialista en historia de España en la época de Franco y las relaciones entre la Iglesia y el Estado en Polonia. En la actualidad, trabaja en el archivo del cardenal Stefan Wyszynski.

La conferencia giró en torno a dos fechas claves de la historia del catolicismo en Polonia: el año 1962, primer año de reunión del Concilio Vaticano II, y 1978, año en el que Karol Wojtyla fue elegido Papa. Tras un breve repaso por la historia de Polonia, el profesor Skibiński presentó algunas conclusiones sobre el carácter peculiar de la religiosidad en el país durante la época comunista: la particularidad de que se mantiene sociológicamente católico durante toda esa etapa histórica, el anti-regalismo tradicional que enfrenta tradicionalmente a la iglesia polaca con el Estado y el prestigio moral del catolicismo como efecto del martirio masivo de católicos polacos, personificado en Maximiliano Kolbe.

Los años de la posguerra, con la llamada “segunda ocupación” por parte de los soviéticos, supusieron una reorientación de la iglesia nacional. A las numerosas bajas humanas por causa de la guerra y la represión alemana (unos 3 millones de polacos católicos) y materiales (55 de las 64 iglesias de Varsovia fueron destruidas), apareció el problema de la vigilancia e infiltración del espionaje soviético entre el clero. Además del control de los sacerdotes, los impuestos a los religiosos, las prohibiciones de culto público y la censura, todas las organizaciones católicas laicas fueron disueltas. En este contexto, la figura del cardenal primado de Polonia, Stefan Wyszynski, destacó por su carisma y su inteligente política, que supo conciliar su labor pastoral con la resistencia a la autoridad comunista.

La segunda parte de la conferencia trató sobre el papel de Polonia en el Concilio Vaticano II. Los obispos polacos fueron la única representación de un país más allá del Telón de Acero en el Concilio. En los documentos conciliares, Wyszynski evitó mencionar el comunismo para no provocar represalias políticas. Sin embargo, en las sesiones habló sobre el problema del materialismo dialéctico marxista y la tragedia del pueblo polaco, que fue ampliamente incomprendida por los teólogos de otros países. Wojtyla, por su parte, reflexionó en términos distintos al de sus colegas sobre la libertad religiosa. La repercusión del Concilio en Polonia no desencadenó la misma crisis que en otros países, debido a la labor de Wyszynski, la introducción paulatina de las reformas litúrgicas y el especial interés en respetar las devociones populares.

Las conclusiones de la ponencia podrían resumirse en tres, según el ponente. En primer lugar, Polonia es la única Iglesia que, gracias a la fuerza que adquiere en estos años, resiste sin problemas a la crisis postconciliar. En segundo lugar, la influencia de Wyszynski en el Concilio como primado católico en un país comunista fue un ejemplo para la reforma universal en otros países. Por último, el esfuerzo callado de muchos años de desarrollo de la iglesia polaca permitió, a partir de los años ochenta, la creación del sindicato Solidaridad, en la que se dio preferencia a la revolución moral, como la de la Iglesia católica, y no meramente política.

BUSCADOR NOTICIAS

BUSCADOR NOTICIAS

Desde

Hasta