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La Facultad de Filosofía y Letras celebra la graduación de los alumnos de las promociones 2019-20 y 2020-21


FotoManuel Castells/Alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras durante la ceremonia de graduación.

26 | 05 | 2021

El pasado sábado, 22 de mayo, la Facultad de Filosofía y Letras celebró el acto de graduación de los alumnos pertenecientes a las promociones de los cursos 2019-20 y 2020-21. El acto estuvo presidido por la decana, Julia Pavón; el vicedecano de Alumnos, Javier Andreu; y el vicedecano de Profesorado, Miguel García Valdecasas. Debido a las restricciones de aforo, en el Aula Magna del edificio Central tan solo pudieron estar presentes los alumnos y sus padrinos de promoción. Los familiares, amigos y profesores de los recién graduados les acompañaron a través de las pantallas y en aulas contiguas. Sin embargo, a pesar de las circunstancias, fue una jornada muy emotiva para todos ellos.

Después de unas breves palabras de bienvenida de la decana, los estudiantes que finalizaron la carrera el curso pasado y que no pudieron celebrar entonces el acto académico por la situación sanitaria, se fueron poniendo en pie, uno a uno, mientras les nombraban, para dedicarles un sentido aplauso a ellos y a quienes no pudieron estar presentes ese día en Pamplona. A continuación, la profesora Julia Urabayen, madrina de la LVII promoción del grado en Filosofía, tomó la palabra, en representación también de los profesores Rocío Davis, madrina de la XXIII promoción del grado en Humanidades; Luis Galván, padrino de la LIV promoción del grado en Filología; y Jesús M. Usunariz, padrino de la LXII promoción del grado en Historia. En su discurso, animó a los alumnos a “navegar por el océano de la vida, en el que la formación que habéis recibido será vuestro barco. Mirad hacia el futuro y cruzad los puentes que encontréis, pero hacedlo sin perder de vista el punto de la brújula que indica cómo llegar a la puerta de vuestra casa, aquí, en la Universidad de Navarra. Buen viaje”.

Marian Muñoz Ramos habló en nombre de los alumnos de la llamada “promoción corona”. Durante su intervención, recordó que “tenemos un compromiso con la verdad. Formamos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. Hoy se abre una nueva etapa en nuestra vida. En este camino, nos acompaña todo lo que hemos recibido de las personas que forman la Universidad de Navarra”. Asimismo, animó a sus compañeros de promoción a “afrontar con valentía los grandes retos que marcarán nuestro futuro. Como dijo el filósofo y santo del S. XIII Tomás de Aquino, el estudioso es aquel que lleva a los demás lo que ha aprendido: la verdad”.

Al finalizar, y antes de proceder a la entrega de diplomas a los alumnos de la promoción 2020-21, se proyectó un vídeo de la ofrenda floral que los alumnos de la Facultad hicieron a la Virgen del campus, la Madre del Amor Hermoso, en agradecimiento por estos años de carrera.

Termina sus estudios la primera promoción de escritores de la Universidad de Navarra

Tras su puesta en marcha en el curso 2017-18, el grado en Literatura y Escritura Creativa (LEC) ya cuenta con una primera promoción. Su madrina, Rosa Fernández Urtasun, les recordó que “estéis donde estéis y hagáis lo que hagáis, vuestra sensibilidad y vuestro trabajo tendrán un eco”. También les emplazó a “enseñar a vuestros lectores, a vuestros alumnos, a cultivar su sensibilidad, a reflexionar sobre sus convicciones y sentimientos, a descubrir en las voces del pasado la sabiduría que atraviesa los siglos, a hablar por los que no pueden, a poner palabras a las inquietudes de la inteligencia y del corazón”.

Por su parte, la delegada de curso, Victoria Álvarez Musetti, dedicó a sus compañeros palabras de agradecimiento, “por haberme permitido ser hoy la voz de todos, por haber sido los acompañantes de este viaje, por los buenos momentos, las risas, las anécdotas, los debates, la creatividad y el enriquecimiento que nos llevamos como personas, por el apoyo incondicional en las dificultades, por el cariño”, con el deseo “de que nos reencontremos en los teatros, en las universidades, conferencias, recitales, museos, o sencillamente en la vida”.

A continuación, tomó la palabra Rocío García Bourrelier, madrina de la XXIV promoción del grado en Humanidades. En su discurso, señaló a los alumnos que, en este tiempo, “os hemos visto estudiar, reflexionar, investigar, convivir, también desesperaros con los trabajos en equipo, y compartir todas las experiencias y conocimientos con otras personas. Ahora queremos veros trabajar con valor, con valentía, para mejorar este mundo y en ese empeño siempre nos tendréis a vuestra disposición”.

La delegada de curso, Daniela Silva, hizo referencia a la situación sanitaria vivida este año, para asegurar que “no es casual que tengamos que iniciar nuestra vida profesional en un mundo convulso por lo incierto, confuso y en crisis, pues es precisamente en medio de la incertidumbre de la existencia humana que las humanidades cobran sentido”. También afirmó que si algo ha demostrado la actual crisis, “es que las Humanidades son más necesarias que nunca, cuando se trata de tiempos inciertos. Hemos podido comprobar que ni la ciencia ni la tecnología pueden suplir los lazos humanos, la mirada del otro, el contacto que humaniza, los vínculos, las palabras, la formación de cultura. Las circunstancias actuales nos hacen un llamado a crear humanidad en este contexto”.

Después de entregar los diplomas a la promoción del grado en Humanidades, Carmen Llamas, madrina de la LV Promoción del grado en Filología subió al estrado para dirigirse a sus alumnos. “A todos los dominios del lenguaje os habéis acercado y estoy segura de que todos ellos os han mostrado las diversas facetas de nuestra condición humana. Ojalá como maestros hayamos sabido en las aulas de esta Universidad guiaros en este descubrimiento. La lengua no existe fuera de nosotros, existe en nosotros, y si cambiamos ella cambia. Comprender una lengua es comprendernos”, afirmó.

Por su parte, el delegado de curso, Javier Yániz, señaló que “no se nos presenta sencillo el futuro, a decir verdad, siempre se nos presenta incierto. Creamos, no obstante, en él, con fuerza, con ilusión. La sociedad, aquella que entiende difusamente -o no entiende- lo que hacemos y podemos aportar los estudiantes de esta Facultad nos necesita. Muchas veces nos necesita sin saberlo. Es nuestra responsabilidad, por tanto, ser exigentes, autodidactas, críticos con nosotros mismos para volcar todo, para volcarnos completamente en un servicio constante a la sociedad”.

Tras la entrega de orlas a los ya filólogos, tomó la palabra Raquel Lázaro, madrina de la LVIII promoción del grado en Filosofía, quien trasladó un deseo a sus alumnos: “que nunca dejen de hacer memoria de lo que aquí aprendieron y que cultiven interiormente la verdad que les sale al paso, especialmente en el diálogo con las personas que abre a la alteridad y en las fiestas auténticas que abren al silencio contemplativo”. 

Borja Vaillo, delegado de curso, habló a continuación, asegurando que “la filosofía nos ha cambiado la vida”: “Todo hombre es, aunque no se de cuenta, un filósofo. Lo que le distingue de los animales es la racionalidad y es esta la que le exige la contemplación intelectual del ser y el conocimiento desinteresado de la esencia de las cosas. La filosofía es primaria y fundamentalmente contemplación, pero por ser un saber radical y de totalidad, incluye el hombre con todas sus facultades. Creo que esto lo hemos experimentado todos en nuestros años de carrera”.

Por su parte, la profesora Clara Fernández Ladreda, madrina de la LXIII promoción del grado en Historia, dirigió unas sentidas palabras a los estudiantes: “No solo sois buenos alumnos, sino sobre todo excelentes personas. Esto es algo que percibí ya desde el principio y que he comprobado con creces este curso, pese a las difíciles circunstancias. La Universidad de Navarra puede sentirse orgullosa de que hayáis sido sus alumnos, todos y cada uno, como espero que vosotros os sintáis orgullosos de que ella haya sido vuestra Universidad”.

En su discurso, Yago Navarro, delegado de curso, abogó por el fortalecimiento de las humanidades en la sociedad actual. “Sabemos que tenemos las mejores herramientas y las pondremos en práctica para así, con nuestros actos y nuestros conocimientos, contribuir al bien común”.

A continuación, tomó la palabra Leyre Santos, delegada de la Facultad, quien aseguró que los alumnos de este centro “somos unos privilegiados, porque hemos tenido acceso a un conocimiento imponderable”: “Estudiar, inicialmente, parece un deber, pero aquí hemos aprendido a disfrutar del proceso de conocer las acciones, la literatura y el pensamiento de quienes nos precedieron en la historia, a disfrutar del estudio, además del placer del saber”.

Antes de entonar el Gaudeamus Igitur para poner el broche final al acto académico, Julia Pavón, decana de la Facultad, se dirigió a los asistentes. En su discurso, afirmó que “la filosofía, el arte, la literatura, la historia o la lengua son saberes alejados de la vigente patente de utilidad” y señaló que, ante la pregunta de qué ocurriría si desaparecieran estos campos de conocimiento de la civilización, “la respuesta la tenéis vosotros, queridos alumnos, que habéis aprendido a darles cultivo en un clima gélido a la reflexión humanística como el de hoy día”. Asimismo, en nombre de quienes conforman la Facultad de Filosofía y Letras, agradeció “la confianza que vosotros y vuestras familias habéis depositado en un proyecto como el que representa esta Facultad en el mundo universitario. Un espacio formativo que, gracias al contacto diario con vosotros, renovamos llenos de ilusión cada curso”.

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