2019-09-24-Noticia-CIMALab-Oihane Churruca

 

Microscopios, tubos de ensayo y batas blancas. Estas son, quizá, las primeras imágenes en las que se piensa al escuchar o leer la palabra “laboratorio”. Si bien es cierto que estos elementos están, en efecto, presentes, lo más importante son las personas que pasan horas haciendo uso de ellos. Oihane Churruca, becaria en CIMA LAB Diagnostics durante un año y ahora parte del equipo, conoce bien este mundo de laboratorios. De pequeña, Oihane miraba las noticias y sentía un interés especial por aquellas que estaban  relacionadas con alguna nueva cura o descubrimiento científico. Al graduarse de Bachillerato en Ciencias de la Salud, como a muchos jóvenes les pasa, no tenía claro qué carrera profesional seguir, pero lo que sí sabía es que quería ayudar a las personas con enfermedades. 

¿Por qué decidiste estudiar Bilogía?

Al finalizar el colegio hice el Grado Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico, decisión de la que nunca me arrepentiré, pues me sirvió de motivación posterior para hacer la carrera de Biología en la Universidad de Navarra. Comencé con un poco de miedo, ya que sabía que tendría que pasar muchas horas en la universidad. El primer año fue el más duro. Biología es una carrera que abarca muchos campos y habían asignaturas que no me gustaban del todo. Conforme pasan los años, vas eligiendo asignaturas que te motivan más, y te empiezas a acostumbrar a la vida universitaria.

¿Hay alguna asignatura que recuerdes con especial cariño?

Recuerdo una asignatura optativa llamada “Claves del pensamiento actual”. En esa clase debíamos hablar sobre temas de la actualidad. El primer día el profesor nos pidió que hablásemos de nuestra vida y de qué nos había traído hasta allí. Entonces recordé una frase que leí en la página de la universidad, justo antes de empezar el Grado. Era una especie de eslogan que decía: “Universidad de Navarra, pasión por la vida”. Pasión por la vida… Justo esa era la razón por la cual yo estaba allí. Siempre he tenido pasión por la vida y, para ser sincera, temor a la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.

¿Por qué tu orientación hacia el diagnóstico genético?

En tercero de carrera escogí una optativa que impartía la Dra. María José Calasanz. En ella nos hablaba sobre las técnicas de diagnóstico genético. Quedé fascinada con esa asignatura. No solo por la materia que se impartía, sino por la forma en la que daba clase, la dedicación y pasión con la que hablaba. Ahí tuve un poco más claro que mi carrera profesional quería que estuviese orientada al diagnóstico genético. Un día me reuní con la Dra. Calasanz y María José Larrayoz, con quienes estoy muy agradecida, y les hablé de mis expectativas de futuro. Les conté que me encantaría trabajar en algo relacionado a lo que ellas hacen. Me dieron la oportunidad de poder realizar el Trabajo de Fin de Grado y prácticas de verano en CIMA LAB Diagnostics. Tras terminar las prácticas, empecé una Beca PIE (Posgrado de Iniciación a la Empresa) que gestioné a través del portal de empleo de la UNAV: Career Services.

¿En qué área te has desarrollado durante la beca?

Estuve en la unidad de diagnóstico genético hematológico, en donde se lleva a cabo un diagnóstico genético integral para los pacientes que presentan, principalmente, leucemias o linfomas. Se realizan pruebas basadas en técnicas de citogenética convencional y biología molecular para el diagnóstico, y pronóstico de enfermedades hematológicas.

¿Cuál crees que es la parte más importante del trabajo que has realizado?

Creo que en todo momento tenemos claro que trabajamos con muestras de pacientes que  se encuentran a la espera de un resultado. He aprendido a integrar el flujo de trabajo de un laboratorio de diagnóstico con un espíritu de servicio y calidad en el trabajo por el bien de los pacientes.

¿Qué destacarías de lo que has aprendido?

Tanto a nivel profesional como personal, este año ha sido sin duda el año en el que más he aprendido. He podido tener una primera toma de contacto con el mundo profesional y abrir puertas para un futuro trabajo. Conozco las técnicas que se aplican en un laboratorio de diagnóstico genético, y he adquirido conocimientos de las enfermedades hematológicas y genes relacionados con estas enfermedades.

¿Cómo crees que has aportado a CIMA LAB Diagnostics?

 En mi caso, creo que he podido aportar ganas de trabajar, ilusión, nuevas ideas y esfuerzo en las tareas diarias. Se ha valorado mi iniciativa y apoyo en las distintas tareas. Siento que he ayudado a las demás compañeras a quitarles una carga de trabajo importante. En el área de Biología Molecular hay una gran cantidad de trabajo y poco a poco he ido incorporándome en la rutina del laboratorio realizando las distintas técnicas. Actualmente me encuentro integrada en las actividades diarias como otro personal técnico más.

¿Cómo vas a seguir aportando?

Con nuevas ideas, iniciativa, actitud positiva en el trabajo y asumiendo responsabilidades.

¿Cómo resumirías tu experiencia en tres palabras?

Esfuerzo, dedicación y compañerismo.