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“No hay diferencias entre hombres y mujeres que trabajan en Ciencia, excepto cuando éstas deciden ser madres”

Silvia Vega-Rubín-de-Celis (Biología99, Bioquímica 00) investiga en cáncer en el German Cancer Research Center (Heidelberg). Desde allí rechaza las políticas de cuotas mientras aboga por una verdadera conciliación

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Silvia Vega
FOTO: Cedida
23/05/18 11:41 Laura Juampérez

Silvia Vega ha trabajado -desde que se graduó en Biología y Bioquímica en la Universidad de Navarra- en EE. UU. y Alemania. En este último país ha conseguido establecerse en un laboratorio que le da “autonomía y recursos para dedicarse a la investigación en cáncer”.

Este “peregrinaje” entre Europa y América lo inició junto a su marido, también científico. Ambos han conseguido afianzar su carrera y formar una familia sin renunciar a ninguna de las dos aspiraciones. Reconoce que no ha sido fácil, y asegura que todavía queda mucho camino por recorrer para que las científicas no vean cercenada su faceta como madres.

Lograr este equilibrio no es cuestión de cuotas, asegura, sino de medidas que redunden en una conciliación real de la vida familiar y laboral.

- Silvia, ¿cómo encaminaste tu carrera tras los grados de Biología y Bioquímica?
Tras licenciarme me planteé diversas opciones profesionales. Tenía claro que mi vocación era la investigación, y al final opté por realizar una tesis doctoral en el CSIC. Después he tenido la suerte de poder centrarme, al final en diversos aspectos de biología molecular del cáncer.

- ¿Cuál fue tu tema en el doctorado? ¿Y en el posdoctorado actual?
Realicé mi doctorado en el CSIC sobre ciclos hormonales en peces. Posteriormente decidí dedicarme a la investigación en cáncer. Trasun año de transición en el Dana Farber Cancer Institute (Harvard Medical School), me fuí a University of Texas Southwestern Medical Center (UTSW), en Texas (EE. UU.) donde he trabajado en diversos proyectos. El más reciente, publicado en PNAS, se ha centrado en la autofagia (un proceso que permite a la célula obtener energía y que se relaciona también con el cáncer y otras patologías), y cómo agentes que modulan su actividad podrían posiblemente utilizarse como tratamiento  en un subtipo de cáncer de mama. Este trabajo me ha traído, desde agosto del año pasado, a uno de los centros alemanes que investiga en cáncer (el DKFZ).

- ¿Por qué elegiste tu centro actual para realizar el posdoc?
El German Cancer Research Center (DKFZ) me ha dado la posibilidad de continuar con mis líneas de investigación en Europa. Además, es un centro que realiza investigación interdisciplinar y translacional en cáncer en estrecha colaboración con la clínica. Con todo ello, me han proporcionado independencia, nivel científico e instalaciones de primer nivel para desarrollar mis proyectos.

- Con la experiencia que ya llevas acumulada, ¿cómo valoras la formación que recibiste en los grados de Biología y Bioquímica en la Universidad?
La formación universitaria es la base para la posterior carrera profesional. Creo que en la Universidad de Navarra se desarrollan muchos aspectos fundamentales, como la formación práctica y la posibilidad de escoger asignaturas de libre elección que permiten ajustar los estudios a los intereses de cada alumno.

- Como mujer y científica, queríamos hablarte de una iniciativa que tienen nuestras alumnas de grado llamada Women for Science and Technology y que trata de favorecer un entorno adecuado para que las jóvenes desarrollen sus carreras y tenga cerca referentes mujeres en el mundo de la ciencia. ¿Has notado un avance en este ámbito desde que terminaste el grado? ¿Es un tema superado en países como Alemania?
No conocía esta iniciativade la Universidad. Me parece una idea excelente con la que me presto a colaborar. Personalmente, creo que no hay diferencias entre hombres y mujeres en los estudios universitarios o de postgrado. Sin embargo, esa divergencia sí se hace palpable en el momento en el que la mujer decide tener hijos. Considero que en esto no se ha avanzado demasiado.

Por otro lado, no estoy de acuerdo con aquellas políticas que dan prioridad a la mujer simplemente por el hecho de serlo. O en las que se imponen cuotas de un 50% de hombres y 50% de mujeres en todos los ámbitos. No creo que eso nos ayude, porque siempre se cuestionará si hemos llegado a determinado puesto por nuestra valía o por haber rellenado una cuota determinada.

Lo que sí respaldo es que existan más facilidades para compaginar la vida laboral con la familiar; tales como mejorar los servicios de guardería o actividades extraescolares, además de tener en cuenta los periodos de baja maternal en el currículo. Yo tengo la suerte de estar casada con otro científico que entiende mi situación a la perfección. Tenemos dos niños y nos repartimos las tareas domésticas, con lo que se hace todo más llevadero.

En definitiva, hay que concienciarse de que el desarrollo de la carrera profesional para una mujer no debería conllevar el tener otro trabajo en casa o el renunciar a ser madre para centrarse en su campo. La solución está en poder compaginar adecuadamente la vida laboral y familiar.

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