En 1972, unos días antes de que la ciudad de Pamplona iniciara los sanfermines, tuvo lugar una fiesta completamente distinta. Los Encuentros de Pamplona hicieron que se convirtiera en la capital del arte. Las calles se llenaron de gentes venidas de otros lugares que se mezclaron con los propios habitantes y toda la ciudad vibró en torno a un acontecimiento inusual e insólito: una fiesta dedicada al arte experimental.

Para conmemorar el cincuentenario de los Encuentros de Pamplona del 72 y gracias a un convenio firmado con la Fundación Baluarte, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad ha colaborado en el programa de esta celebración.

Los alumnos de 2º de Arquitectura realizaron un proyecto centrado en esta temática como primer ejercicio del 2º curso para la asignatura Taller de Proyectos I. De todos los proyectos presentados, la Fundación Baluarte eligió uno: ‘Del campo a la ciudad’. A partir de ahí, todos los estudiantes de la asignatura trabajaron para materializarlo en la plaza del Baluarte. Para llevarlo a cabo utilizaron decenas de pacas de heno que han permanecido en la plaza del Baluarte de Pamplona durante dos semanas.

“Para plantear el proyecto nos fijamos en lo que pasó hace 50 años en este mismo lugar (la plaza del Baluarte) y decidimos representar el contraste que se generó tras la instalación de las cúpulas hinchables de José Miguel de Prada Poole. Por eso, buscamos algo que llamase la atención y optamos por introducir la brutalidad del campo en el urbanismo de la ciudad. A pesar de lo común y lo sencillo que es este objeto, pretendemos que las pacas de heno sean recordadas dentro del evento de los Encuentros 72/22 y demostrar que para hacer arquitectura se puede utilizar desde un elemento tan sencillo como la paja, hasta materiales tan complejos como los del propio Baluarte”, explican Javier Fernández, Eduardo García y Juan Rigo, los estudiantes que idearon el proyecto elegido y que se materializó gracias a la colaboración de todos los estudiantes de 2º de Arquitectura. 

Las pacas de heno se han convertido en parte de Pamplona durante dos semanas, ya que la ciudadanía ha interactuado con esta iniciativa. “Desde el inicio teníamos planeado que la gente pudiese jugar con las pacas e incluso moverlas. Pero, siendo sinceros, en ningún momento imaginamos que tanto niños como mayores se involucrasen tanto en la propuesta y llegasen a realizar su propias obras, como sillones, mesas o incluso pequeñas gradas. Estamos muy contentos no solo con el resultado que conseguimos al colocar las pacas, sino con el resultado final de la exposición, con la que se logró modificar por completo el uso y apariencia de la plaza del Baluarte”, asegura Javier Fernández.