Durante los últimos doce meses, Irene Hernández y Manuel Gamaza, graduados de la 2º Promoción del Máster en Estudios de Comisariado del Museo, han formado parte del equipo del área curatorial del Museo. Gracias a una beca de la Universidad de Navarra, los jóvenes, con estudios en Bellas Artes e Historia del Arte, respectivamente, han tenido la oportunidad de conocer y aprender desde dentro distintas labores para la gestión y exhibición de la Colección y exposiciones. 

Entre ellas, “digitalizar las colecciones, inventariar, catalogar y gestionar la base de datos y asistir al montaje y desmontaje de exposiciones como las de Vik Muniz, Luis Gordillo y Ana Teresa Ortega”, detalla Hernández. Precisamente, estas labores de montaje y desmontaje han sido una de las experiencias más enriquecedoras para la joven comisaria, unida a la oportunidad de “conocer a los artistas y comisarios y formar parte del enorme equipo que trabaja hasta el último minuto para que las exposiciones estén perfectas”. 

Por su parte, Gamaza explica que “desde el inicio del curso, a los alumnos se nos permite rotar por los distintos departamentos del Museo como parte de la asignatura MuseoLab. En este sentido, continuar mi formación posterior aquí suponía una gran oportunidad para conocer los procesos internos de cada una de las áreas, así como profundizar en las tareas propias del departamento curatorial, en contacto directo con el arte”.

Siguiendo la filosofía del máster, basada en el learning by doing (aprender haciendo), los dos graduados coinciden en la importancia de poder seguir aprendiendo sobre el terreno. “He podido poner en práctica la parte teórica que adquirí en el máster pero, sobre todo, he aprendido cómo es el funcionamiento diario de un museo y esa experiencia me da mayor confianza en mí misma”, subraya Hernández.

 En esta línea, Gamaza valora que “ha sido súper enriquecedor y la experiencia adquirida, total. Quizá lo que más he disfrutado ha sido el contacto con los artistas, con otras formas de pensar y comunicar.  Y trabajar en todo el proceso de una exposición, desde luego, siendo consciente de la importante colaboración con otras áreas del Museo.

Ambos recomiendan esta experiencia a los futuros alumnos del máster, ya que complementa muy bien la formación adquirida en el posgrado. “Trabajar en un Museo durante 12 meses lo ofertan en pocos lugares. Es una ocasión única”, destaca Hernández.