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El pasado lunes, 18 de febrero, se conocían los resultados del examen PIR (Psicólogo Interno Residente). En esta convocatoria, se presentaron más de 4000 personas de toda España, para 189 plazas.

Álvaro Mancho Triguero, que obtuvo la primera plaza, es antiguo alumno de la Facultad de Educación y Psicología y pertenece a la primera promoción del Grado en Psicología de la Universidad de Navarra.

¿Por qué decidiste estudiar Psicología?

Siempre me atrajo el mundo de la mente y el cerebro, pero no fue realmente hasta ya empezada la carrera cuando me di cuenta de que los mayores retos de este siglo pueden responderse desde nuestro campo (junto con otras disciplinas como la neurología, la bioquímica y un largo etcétera). Por otro lado, la psicología puede aportar mucho a resolver el gran problema de la calidad de vida de las personas. Gracias a todos los avances técnicos, hemos conseguido alargar la vida de las personas. Ahora toca preservar su calidad y su dignidad.

¿Qué es lo que más recuerdas de los años en la Universidad de Navarra?

Tengo muchos recuerdos de estos años: amistades de la carrera que aún perduran, también  de otros grados que han resultado ser algunos de mis mejores amigos, los profesores, las prácticas... Escoger uno sería complicado.

¿Alguna asignatura favorita?

Todas las de la rama clínica me encantaron, así como todas las más "teóricas" o "experimentales". Hemos tenido grandes profesores, que sin duda necesitarían más reconocimiento del que tienen. De cualquier modo, por mis preferencias personales, tendría que escoger la asignatura de Neuropsicología, de cuarto curso, impartida por el Dr. Félix Inchausti. Esta asignatura aumentó mis ganas de enfocarme en este campo.

¿Siempre supiste que querías estudiar el PIR ?

Por vicisitudes de la vida, me planteé hacer másteres en psicooncología y cuidados paliativos, pero mi vocación me llevó muy rápidamente hacia el PIR.

¿Cómo te preparaste para el examen?

Es una pregunta muy complicada. Es la segunda vez que me presentaba, tras haberme quedado cerca el año pasado. Este año continué con la misma academia, pero utilicé sus recursos y exámenes de otras academias como una base sobre la que ampliar. De todas formas, mi estudio se centró en los "manuales de referencia" que históricamente han compuesto el núcleo del PIR. Además, a través de las redes sociales, he conocido mucha gente sin la cual esto hubiese sido imposible, y que me han apoyado en el estudio, tanto de forma práctica (haciendo preguntas y grupos de estudio) como brindándome un apoyo emocional esencial. No puedo agradecérselo lo suficiente.

Has comentado que fue un examen difícil, ¿qué sensación tuviste cuando lo hiciste?¿Creías que, aunque había sido difícil, podrías llegar a optar por una plaza?

Cuando salí del examen me encontraba desorientado, como recién salido de un combate de boxeo. Me planteé si podría llegar a tener plaza o no. Cada vez que lo pensaba, notaba que no tenía nada a lo que agarrarme, porque era evidente que mis puntos iban a bajar con respecto a los exámenes y simulacros que había hecho durante el curso. Fue días después, comentándolo con los compañeros, cuando vi que las sensaciones que describo habían sido generalizadas, y entonces pude pensar un poco más claramente.

¿Qué hiciste el día de antes del examen y qué es lo que hiciste después?

El día de antes del examen hice exactamente lo que recomiendan que no hay que hacer. Yo estaba muy nervioso y la única manera que encontré para calmarme fue seguir estudiando como si fuese un día más. Estudié hasta las diez de la noche, cené y me fui a dormir, aunque reconozco que es necesario descansar las horas previas.
Después del examen cené con mi madre, que vino a visitarme a Madrid (donde hice la prueba), solté un poco la tensión y me fui a dormir. No tenía cuerpo para salir por ahí.

¿Cómo reaccionaste al conocer tu resultado?

Esto es muy curioso. Yo intuía que las listas iban a salir el día 18, por lo que desde primera hora de la mañana miré la página del Ministerio. Vi que ahí estaban, pero no conseguí descargármelas porque la página no respondía. Entonces me llegó un mensaje de mi amiga María (quien, por cierto, también tiene plaza) contándome sus resultados y dándome la enhorabuena. Fue entonces cuando me dijo el puesto que tenía, y fue ella la que me pasó la lista en la que finalmente lo pude comprobar. Estaba incrédulo (y sigo estándolo), ¡ni siquiera sé muy bien cómo reaccioné!

¿Cómo te planteas el futuro?¿En qué campo te gustaría desarrollarte?

Aún queda buscar hospitales para hacer la residencia y ver qué podría encajar mejor conmigo. Sea como fuere, aún me quedan años y años para aprender y desarrollarme como profesional y como persona. Me encantaría continuar por el campo de las neurociencias, trabajando como investigador y clínico en el área de las enfermedades neurodegenerativas y trastornos cerebrales adquiridos. Además, si fuera posible, me gustaría hacerme mi hueco en el mundo académico, impartiendo clases o colaborando en proyectos formativos.