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Gabriela Tenreiro es graduada en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela y actualmente cursa el segundo año del Máster en Diseño Galénico y Fabricación en la Industria Farmacéutica (MDGFI) de la Facultad de Farmacia y Nutrición. Se encuentra realizando el año de prácticas remuneradas, concretamente en el departamento de servicios técnicos empaquetado (TS/MS Empaquetado) en Lilly Alcobendas (Madrid), donde se lleva a cabo la producción de comprimidos y el acondicionamiento primario de diferentes formas orales y secundario de inyectables y dispositivos, que se exportan a más de 120 países.

“En esta etapa, me estoy formando en los diferentes procesos de acondicionamiento y los retos que surgen de comercializar un alto número de formatos diferentes de producto terminado”, explica. “El departamento en el que realizo las prácticas es el encargado de dar soporte a las líneas, y se encarga también de la mejora continua, de la validación de los procesos y de la investigación de incidencias en el proceso”.

En estos dos primeros meses, Gabriela ha realizado distintas sesiones de formación, tanto prácticas como teóricas, que le permiten, poco a poco, involucrarse en las tareas del área, ya que en la industria. “¡Se necesita muchísima formación primero! Por suerte, a pesar de que en este mundo no se para, todos los compañeros me están ayudando mucho en esta etapa de aprendizaje y siempre hay alguien que me pueda echar una mano cuando lo necesito”, confiesa agradecida.

“Una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué, además de la gran cantidad de formación, fue el alto grado de organización y de comunicación que existe en la empresa (tanto a nivel departamental, de planta, con otras plantas y con el cliente), algo básico para garantizar la calidad del producto que sale al mercado y su suministro. Esto está enriqueciendo tanto mi formación como el aprendizaje de conocimientos de tipo más técnico”.

Asegura que haber cursado un año completo en la Universidad, compaginando clases teóricas, prácticas en la planta piloto y la realización del proyecto final, le ha facilitado el salto a la empresa, ya que le ha proporcionado una base sobre la que asentar toda la información nueva que va adquiriendo. Así, dice, puede tener una visión global del proceso al que se somete el medicamento.