El 17 de enero a las 16:30 tuvo lugar un seminario organizado por el CEJE en el Aula 32 del Edificio Central. El ponente fue Alfredo Méndiz, doctor en historia por la Universidad de Navarra y subsirector del Istituto Storico Josemaría Escrivá (ISJE), cuya sesión se tituló “Tomás Alvira en el contexto de la historia del Opus Dei”. 

Tomás Alvira (1906-1992) estudió Químicas en la Universidad de Zaragoza, fue profesor de enseñanza media en la Rioja y en Asturias, y conoció a Josemaría Escrivá en Madrid, durante la guerra civil española. En 1947 será uno de los tres primeros supernumerarios del Opus Dei. En 1939, tras su matrimonio, se trasladó a Madrid y su carrera docente transcurrió en el Instituto Ramiro de Maeztu. Colaboró con José María Albareda en el Instituto de Edafología, y con Víctor García Hoz en el Instituto de Pedagogía San José de Calasanz, ambos del CSIC. También dirigió, entre 1950 y 1957, el Colegio Infanta María Teresa, para huérfanos de la Guardia Civil. En los años sesenta fue uno de los fundadores de Fomento de Centros de Enseñanza. En 1976, tras su jubilación, puso en marcha la Escuela de Profesorado de Fomento, que dirigió hasta 1986. Alvira es uno de los grandes educadores españoles del siglo XX, en palabras del filósofo Leonardo Polo y del psicólogo y pedagogo Manuel Carrascosa. Para la historia del Opus Dei, su figura es relevante, además, porque, con Víctor García Hoz y Mariano Navarro Rubio, encarnó un modo de ser del Opus Dei –el correspondiente a la condición de supernumerario- que antes de él no existía.