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Volver “Con el Pontificado de Benedicto XVI estamos asistiendo a un verdadero renacimiento de la fe, especialmente en los jóvenes”

"Con el Pontificado de Benedicto XVI estamos asistiendo a un verdadero renacimiento de la fe, especialmente en los jóvenes"

El teólogo Pablo Blanco valoró los siete años del Papado en una entrevista en ‘El Mercurio' de Chile

15/04/12 08:39
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El teólogo Pablo Blanco. FOTO: Manuel Castells

Con motivo de los siete años de Pontificado de Benedicto XVI y su 85 cumpleaños, el profesor de Teología de la Universidad de Navarra Pablo Blanco concedió una entrevista a ‘El Mercurio' de Chile. En ella repasó algunas cuestiones de actualidad sobre el Papa y la Iglesia católica.

Pablo Blanco Sarto es doctor en Filosofía y en Teología y licenciado en Filología. En la actualidad es profesor de Teología Dogmática en la Universidad de Navarra. Ha publicado ensayos, artículos en revistas de su especialidad y monografías. Sobre la vida y la obra del teólogo alemán ha escrito Razón y cristianismo (2005), Vida y teología (2006), Benedicto XVI, el papa alemán (2010), la biografía más completa en castellano; y La teología de Joseph Ratzinger. También ha creado el Foro de Estudios "Joseph Ratzinger".

Se observa desde el Vaticano que ha declinado la fe de quienes se dicen católicos, ¿será esa una de las razones de proclamar un Año de la Fe?
Tal vez podría venir una nostalgia hacia supuestos e hipotéticos tiempos pasados. Pienso que esta postura no es correcta, al menos del todo. En algunos aspectos (no pocos), la Iglesia está mejor que hace unos siglos. Hay más libertad y más convicción personal. Con su Pontificado estamos asistiendo a un verdadero renacimiento de la fe, especialmente en los jóvenes.

El Año del Sacerdocio ha sido uno de los más duros para la Iglesia. ¿No cree que el demonio anda más suelto que nunca, procurando atacar al llamado "Guardián de la Fe"?
El Papa Benedicto XVI ha sido claro y ha dicho que el mayor enemigo era el pecado dentro de la Iglesia. También la Iglesia necesitaba una purificación después de los casos de pederastia. Por eso Juan Pablo II y Benedicto XVI comenzaron con lo que los periodistas han llamado la ‘Operación Limpieza' en la Iglesia. Se da entonces la paradoja de que incluso la acción del demonio acaba siendo beneficiosa para la Iglesia de Cristo.

Se habla poco de los anglicanos que han adherido a Roma. ¿Qué ha aprendido la Iglesia de esta experiencia?
Es una experiencia que ha ido creciendo poco a poco. Este Domingo de Resurrección se han unido a la Iglesia Católica otros doscientos cristianos procedentes del anglicanismo. La Iglesia pienso que ha aprendido a no tener prisa y a darse cuenta de que es Dios quien actúa. Cuando nadie se lo esperaba, de repente un grupo no pequeño de anglicanos se ha adelantado por la derecha.

Tras el asunto Ratisbona y las aclaraciones del caso, ¿considera que la relación de la Iglesia con el mundo islámico salió fortalecida?
Así lo dicen ellos mismos. Nunca ha habido oficialmente tanto diálogo con el islam que en el momento presente. Después de que 167 líderes musulmanes (muftíes, líderes e intelectuales, fundamentalmente) subscribieran el discurso de Ratisbona con su propia firma, ha habido toda una serie de debates en los que se apela a la razón, tal como hizo el Papa el 12 de septiembre de 2006 en Ratisbona. Era la respuesta de Benedicto XVI a lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001, justo cinco años y un día antes.

Algunos sacerdotes austríacos se han caracterizado por tener posiciones muy reñidas con la fe de Roma. ¿Obedece ello a un simple descriterio o es también una forma de atacar y causarle dolores de cabeza a un Papa alemán?
Todo esto obedece a un modelo de iglesia cuyo origen es más ideológico que teológico. Son indudables las buenas intenciones de muchos de estos sacerdotes, pero me parece que la propuesta del Papa en la misa crismal tenía una lógica plenamente cristiana: frente a la ‘llamada a la desobediencia' que proponían estos párrocos austriacos, Benedicto XVI recordaba la obediencia de Cristo al Padre. El contraste resulta interesante...

La disidencia cubana ha criticado mucho al Papa. ¿En qué medida hubo que renunciar a atender a algunos disidentes cubanos en aras de equilibrar y obtener conquistas tan importantes como que volviera a declararse feriado el Viernes Santo en la isla?
Los dos últimos papas han podido estar en Cuba, lo cual supone una discreta victoria. Cada vez hay más libertad religiosa en la isla de Fidel, aunque evidentemente faltan muchas libertades políticas y democráticas. Pienso que todo llegará. Por lo pronto, el Viernes Santo ha sido festivo -decía una cubana en la televisión- gracias al Papa y a la Revolución, añadió como poniendo cara de que se le olvidaba algo. Esperemos que este proceso siga adelante, y tengamos una Cuba libre, y también cristiana.

¿En qué medida los libros del Papa publicados durante su pontificado, como "Jesús de Nazaret", han acercado a su persona al pueblo fiel? ¿O han llegado meramente a un público más culto?
Jesús de Nazaret no es un libro de divulgación: es un libro para especialistas y para cristianos cultos. Benedicto XVI lo ha escrito porque pensaba que era una de sus obligaciones como Papa. Su principal deber es hablar de Jesucristo. Para él es también un tema crucial: hablar de la divinidad de Jesucristo en el momento presente es algo fundamental. Por eso dedica sus ratos libres a esta obra de síntesis. Es el libro de su vida.

¿Cómo explica, después de Juan Pablo II, que Benedicto XVI tenga tanta acogida entre los jóvenes?
Es curioso, pues no tiene una personalidad escénica o mediática. Sus palabras son claras y luminosas. Tiene también esas imágenes que emplea, son como destellos, fogonazos, flashes... Pero sobre todo creo que los jóvenes ven en él alguien que quiere su felicidad y les dice la verdad, sin buscar la adulación o el fácil entusiasmo.

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