2016_10_13_MED_dejar_fumar

¿Por qué le interesó el tema de dejar de fumar?
Cuando empecé el Grado en Medicina hace 5 años, mi profesor de Bioestadística, el Dr. Miguel Ángel Martínez-González, nos dijo una frase que se me quedó grabada: “con una determinada acción asistencial, una cirugía, por ejemplo, puedes curar a una persona de una enfermedad, pero consiguiendo que alguien lleve una vida sana, puedes conseguir que esa persona no necesite nunca una asistencia médica”. A partir de ahí me empecé a interesar por la Medicina Preventiva, especialmente con el tema del tabaco, ¿por qué? Por una cuestión práctica y es que el tabaco es el factor de riesgo prevenible que más muertes causa en el mundo. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) el número de muertes causadas por el tabaco sólo es superado por la malaria, siendo el tabaco la causa de un tercio de las muertes en hombres entre 35 y 69 años. Así que me puse manos a la obra.

¿Qué es lo que más te llama la atención de una persona fumadora?
Más que las personas fumadoras, me llama la atención el propio hecho de fumar. Imagínense que van a la tienda a comprar un bote de conserva y se encuentran que en el bote pone: “estas alubias contienen más de cuarenta productos cancerígenos”, ¿las compraría? ¿Qué sucedería si, además, supiera que una vez que consuma dicho producto le será difícil dejar de consumirlo? Pues así es el tabaco.

¿Es fácil dejar de fumar?
Cuando estamos un tiempo sin fumar y la nicotina del cerebro disminuye o desaparece, se produce una sensación desagradable y unas ganas compulsivas de encender otro cigarrillo. Entonces, el cuerpo pide volver a fumar para conseguir esa sensación de bienestar y funcionar con normalidad. De esta manera, cuando queremos dejar el tabaco, el cuerpo no está acostumbrado a trabajar sin estas modificaciones producidas por la nicotina y tenemos que lidiar con el temido síndrome de abstinencia. Pero no todo son malas noticias, ya que la gran capacidad de acomodación del cuerpo humano permite que haga falta apenas un mes para que nuestro cuerpo se vuelva a acostumbrar a funcionar con normalidad sin nicotina. Por lo tanto, la fase más difícil de dejar de fumar, cuando tenemos que luchar contra el síndrome de abstinencia físico, es el primer mes. Y, volviendo a la pregunta, sí, desde luego, dejar de fumar no es fácil, cuesta trabajo, esfuerzo y es necesaria mucha fuerza de voluntad, pero, sin ninguna duda, merece la pena, ese el motivo por el que estoy aquí.

¿Crees que es suficiente la actual legislación para prevenir el tabaco?
Pienso que la mejor manera de evitar una conducta perjudicial es que la gente se abstenga por decisión propia, por lo tanto creo que lo primero es la educación y el hablar de la legislación es secundario. A pesar de ello, pienso que las medidas para promover la salud son muy necesarias en algunos casos. Es más, me parece que las industrias tabacaleras deberían desaparecer. El negocio de estas empresas es evidente y perfecto para ganar dinero, conseguir un producto que alguien no pueda dejar de consumir. No me parece un problema que se permita la venta de productos que sean más o menos perjudiciales para la salud (los hay en abundancia en el mercado de la alimentación, por ejemplo), mientras la población sea libre de consumirlo. Lo que me parece poco ético es que se venda libremente un producto que, además de ser perjudicial, te anule (o disminuya, al menos) la libertad para consumirlo o no.

Además, no podemos olvidarnos del gasto en Sanidad que produce a pesar de que, efectivamente, parte de este gasto es compensado con los impuestos del tabaco. Resumiendo, no me parece descabellado plantearse prohibir una droga que, en definitiva, es incluso más adictiva que otras drogas ilegales, como es la heroína.

¿Alguna vez te has encontrado con algún caso muy especial?
Hace poco conocí a una persona que fumaba dos cajetillas al día al igual que su padre. Pocos días después de la charla me llamó y me dijo que su padre había sufrido un infarto, probablemente producido, al menos en parte, por el tabaco, y desde entonces y hasta el momento ni él ni su padre han vuelto a encender un cigarrillo. Esta historia sin duda, a pesar de que no fue mi charla la que le convenció, me ha marcado bastante. Me surge también una pregunta… ¿tenemos que esperar a que pase algo para darnos cuenta de lo perjudicial del tabaco y, especialmente y siendo positivos, de los beneficios de dejarlo?

¿En qué consisten estas pautas y consejos para dejar de fumar?
Se trata de charlas eminentemente prácticas sobre trucos, consejos y tratamientos para dejar de fumar y evitar que el "mono" pueda con ellos. El objetivo principal de las charlas no es hablar de los numerosos perjuicios que el tabaco causa y que son bien conocidos por todos, sino apoyar y aconsejar a los fumadores que quieran dejar el tabaco a corto plazo y ayudar a que, en el menor tiempo posible, se conviertan en exfumadores.  En estas charlas, además, cada asistente fija un día para dejar de fumar y se ofrece seguimiento y ayudas en caso de dificultad. Si alguien desea conocer estas pautas y consejos con detalle, les animo a que se pongan en contacto conmigo y acudan a una de estas reuniones.

¿Qué dice la gente cuando sale de estas charlas?
La gente, en general, sale muy motivada para dejar el tabaco. Hay personas a las que esta motivación les dura mucho tiempo y consiguen dejar de fumar para siempre y otras a las que les cuesta un poco más y hay que ofrecerles otras alternativas, como son los tratamientos médicos. Pero, en general, la gente sale muy ilusionada sabiendo qué le va a suceder y cómo tiene que afrontar esta época de deshabituación al tabaco.