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De Pamplona a Kenia: una experiencia más que profesional

Entrevista a Maria Monge y Santiago Mateo sobre sus prácticas internacionales

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FOTO: Esperanza Rodés
12/11/18 13:51 Esperanza Rodés

María Monge, graduada en Educación Infantil y Pedagogía, y Santiago Mateo, de quinto curso de la doble de Educación Primaria y Pedagogía, decidieron vivir una experiencia internacional realizando sus prácticas en un colegio en Kenia. Concretamente, ambos lo hicieron en el centro Maria Chenge Educational Centre (antes llamado Our Lady School), el mismo que anteriormente alumnos de la Escuela de Arquitectura habían reconstruido a partir de la iniciativa de la alumna Clara Purroy y Building their Future. 

Para estos alumni de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, la experiencia “es siempre enriquecedora” y les ha hecho crecer “profesional y personalmente”.

¿Por qué decidisteis estudiar estos grados?

SM: Desde siempre supe que quería ayudar a los demás y mejorar el mundo. Estos dos puntos de vista se unen en la Educación. Es mi vocación y desde joven lo tuve claro, también por mi experiencia personal de haber tenido buenos profesores, buenísimos, que me ayudaron en todos los ámbitos de mi vida, tanto escolar, profesional como personal.

MM: Decidí estudiar Pedagogía por vocación hacia la educación en general y la educación especial en particular. La decisión de estudiar magisterio la tomé cuando descubrí la posibilidad de cursar un doble grado. Me pareció una buena oportunidad de complementar mi formación y ampliar mis posibilidades laborales estudiando tan solo un año más. A lo largo de la carrera fui descubriendo que la pedagogía no abarca solo el campo de la educación especial, sino que trata sobre todas las dimensiones de la persona y cómo esta se relaciona en un ambiente social. Esto nos permite explorar un sinfín de áreas educativas en las que podemos ejercer nuestra profesión (mediación, educación social, orientación personal, orientación familiar, orientación escolar, etc.).

¿Y realizar vuestro prácticum en el extranjero?

SM: Por un lado, siempre me ha gustado viajar y conocer otras culturas, lo cual te ayuda a abrir la mente y, por tanto, mejorar muchos ámbitos de tu vida. Por otro lado, mi hermano mayor, con las mismas inquietudes que yo, decidió hacer un intercambio internacional y le encantó. Esto me animó a tomar la decisión, tuve claro que cada vez que pudiera aprovechar una oportunidad así, debía irme.

MM: Siempre he tenido motivación por vivir diferentes experiencias en el extranjero, por eso cuando nos informaron que se podían realizar las prácticas en otro país no lo dudé. Además, tuve la suerte de que dos compañeras de mi grado, Beatriz Moreno y Eva Izquerdo también sentían esta motivación, por lo que nos animamos mutuamente y pudimos organizarlo juntas.

¿Cuál ha sido vuestra experiencia?

SM: Ha sido, literalmente, la mejor experiencia de mi vida.  Aposté hacer mi practicum con un proyecto que seis compañeros de mi clase y yo impulsamos, llamado Proyecto Baadaye.

Además de haber llevado a cabo con éxito los objetivos propuestos con este proyecto, también hemos conseguido y desarrollado otras muchas competencias profesionales que no nos habíamos planteado tan siquiera. El mero hecho de ser independientes e ir a otro país totalmente distinto culturalmente, con todos los problemas que ello supone, consiguiendo realizar con éxito, en base a las necesidades detectadas, lo propuesto supone una gran motivación como profesional, pero la mejor parte es la personal. Conseguir que un niño en esas circunstancias sonría cada día, aunque sea una vez, es de las cosas más valiosas que he vivido nunca.

MM: La experiencia fue realmente satisfactoria. Aprendimos muchas cosas en relación a nuestros estudios y otras tantas que trascienden el nivel académico. Los profesores del colegio en el que estuvimos estaban siempre dispuestos a explicarnos cómo hacían las cosas, nos enseñaban sus programaciones, su forma de evaluar según los estándares estatales, y nos dejaban participar activamente. En definitiva, nos tenían en cuenta y nos guiaron en nuestro proceso de aprendizaje. Asimismo, tuvimos la suerte de contar con una excelente tutora de prácticas, Maria Chege, que también nos guió y orientó personal y académicamente durante todas las prácticas. 

¿Creéis que realizar las prácticas en el extranjero es positivo? ¿Qué destacaríais de lo que habéis vivido?

SM: Sin duda es positivo. Te ayuda a desarrollar en gran medida muchas competencias profesionales que, sin duda, son fundamentales para cualquier persona y profesional.Destacaría el conseguir ser independiente para realizar con éxito todo lo que te has propuesto en una zona que está, claramente, fuera de tu círculo de confort.

MM: Creo que realizar prácticas en el extranjero es positivo y muy enriquecedor. La educación tiene una parte esencial que creo que se mantiene en todas las culturas, pero al mismo tiempo las distintas formas de materializar esa esencia puede ser distinta alrededor del mundo. Ver en directo cómo se educa en otro país complementa nuestro conocimiento sobre la educación, y nos puede ayudar a ser más creativos e innovadores a la hora de ejercer  la docencia en nuestro sistema educativo.

¿Qué le diríais a vuestros compañeros para animarles a vivir esta experiencia?

SM: Resulta fundamental irse fuera, tanto de intercambio como de prácticum. Es esencial para abrir la mente, conocer distintas culturas y puntos de vista, formas de vivir y de trabajar que, sin duda, te ayudarán tanto a ser mejor profesional como mejor persona. Además te das cuenta de que este tipo de experiencias realmente motivan para desempeñar tu vocación.

MM: Tenemos varios practicums y es muy positivo tratar de ver cosas diferentes, y nada es más diferente que descubrir cómo se lleva a cabo la tarea docente en un país extranjero. Es una oportunidad genial de aprendizaje sobre la educación, y también de aprendizaje y crecimiento personal. Yo veía inconvenientes  para llevarlo a cabo, y les diría a mis compañeros que no se echen atrás sin intentarlo, casi todo se puede resolver si se tiene la motivación y se busca la ayuda. En mi caso personal, la tutora de prácticas de la Universidad, Natalia Verea, nos ayudó a realizar todos los trámites necesarios y nos apoyó par que nuestra experiencia académica fuera exitosa. También, Nuria Ascunce, de Carrer Services de la Facultad, nos informó de la existencia de la Beca Global, una ayuda para hacer prácticas en cualquier país extranjero y que puede ser de mucha ayuda.

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