20010209-Un estudio señala que la forma de la vid influye tanto en la cantidad como en la calidad de la uva

El sistema de conducción de la vid, es decir, la disposición de las vides en la parcela y en el espacio, influye tanto en la cantidad como en la calidad de la misma, ya que según las características de cada sistema los resultados en la producción varían. Esta es la conclusión de la tesis doctoral defendida en la Universidad por la pamplonesa Helena Baigorri Arce, titulada "Efecto del sistema de conducción sobre la fisiología de la vid (Vitis vinifera L.) variedad Tempranillo". La investigación, dirigida por los doctores Manuel Sánchez Díaz y Mª Carmen Antolín Bellver, ha obtenido la máxima calificación del tribunal, sobresaliente cum laude, por unanimidad.

Según la nueva doctora, "la producción de uva de calidad para la elaboración de vinos competitivos en el mercado depende de muchos factores, entre los cuales la elección del sistema de conducción tiene una gran importancia para una variedad determinada".

"La disposición de la vid -explica- influye de manera notable sobre la interceptación y el reparto de la energía solar, ya que de ella depende el microclima, tanto luminoso como térmico, de las hojas y los racimos; es decir, condiciona, por un lado, la actividad fotosintética global de la vegetación, y por otro, la temperatura a la que se va a desarrollar y madurar el racimo".

El estudio se ha realizado en el departamento de Fisiología Vegetal de la Universidad de Navarra, en colaboración con la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (EVENA) y la Universidad de Burdeos. La variedad de vinífera elegida ha sido el Tempranillo, "puesto que en la actualidad es la variedad más cultivada y, además, su proporción dentro del abanico varietal (de variedad) navarro continúa aumentando", señala.

Diferencias en los estados finales de desarrollo de la uva

La investigación se ha centrado en el efecto de dos sistemas de conducción, el vaso alto y el cordón doble, sobre diversos parámetros fisiológicos como el estado hídrico, el intercambio gaseoso y los niveles de dos reguladores del crecimiento relacionados con el proceso de desarrollo y maduración de la uva.

"Se han elegido estos sistemas de conducción por sus diferencias en la disposición de la vegetación en el espacio, así como por su interés en la viticultura de la zona", comenta Helena Baigorri. "El vaso alto se caracteriza por presentar una disposición libre de la vegetación repartida en todos los planos del espacio; en cambio, el sistema de cordón presenta su vegetación dispuesta en dos planos principales".

Los resultados muestran diferencias entre ambos sistemas de conducción, especialmente en el intercambio gaseoso y en el contenido y evolución de los dos reguladores de crecimiento estudiados. "Sin embargo, no se han encontrado diferencias respecto al estado hídrico entre los dos sistemas".

"En general, las diferencias se hicieron más patentes en los estados finales de desarrollo de la uva", aclara. "Finalmente, la producción y las características enológicas de la uva en el momento de la vendimia fueron afectadas por el sistema de conducción".