Un diálogo entre la fotografía y la literatura protagoniza Intermedia. Escribir la imagen, crear la palabra, la exposición colectiva que puede visitarse hasta el próximo 23 de octubre en la sala Torre del Museo Universidad de Navarra. Las obras que la coleccionista venezolana Patricia Phelps de Cisneros legó al Museo Universidad de Navarra en 2018 fueron el motor que impulsó a sus comisarios Laura Aizcorbe, Maite Fraile, Dayneris Brito y Víctor Acebrón, egresados de la III promoción del Máster en Estudios de Comisariado del Museo a idear el proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Pablo Palazuelo.

En concreto, la muestra toma como referencia algunas de las fotografías que Joan Colom realizó en el Raval de Barcelona y que fueron el germen del libro Izas, rabizas y colipoterras, de Camilo José Cela. Siguiendo este modelo, las fotografías de José Noguero, Juan Uslé, Enrica Bernardelli, Marta María Pérez Bravo, Vicente de Mello, David Moreno y Mariana Castillo Deball han sido fuente de inspiración para los escritores Carlos Bassas, Laura Arnedo y Valeria List y viceversa. Poemas de Arnedo y List han dado lugar a obra nueva de la mano de Pérez Bravo, de Mello y Noguero. Este jueves se ha presentado a los medios con la presencia de Noguero, Bassas y Arnedo, los comisarios y la directora del máster, Nieves Acedo.

En la exposición -fruto del trabajo práctico y del conocimiento adquirido durante el posgrado, cuyo Trabajo de Fin de Máster ha sido elegido entre las distintas propuestas presentadas-, tanto imagen como palabra escrita tienen el mismo protagonismo y se establece una simbiosis entre ambas. Se cumple así también el deseo de Phelps de Cisneros al donar piezas de su Colección a un museo universitario: lograr que fueran activadas y repensadas, ya que en la propuesta adquieren una nueva lectura al entablar relación con la literatura.

En palabras de los comisarios, “la intermedialidad implica una influencia mutua, una correlación e interacción entre varias formas artísticas en las que no existe una relación jerárquica sino de igualdad. Esto significa que hay un espacio común entre las distintas artes, un punto de confluencia en el cual se intercambia información y se genera un nuevo discurso. Esta exposición nos permite refrendar este planteamiento, evidenciando la relación existente entre la fotografía y la palabra escrita”.

Así, se propone al público cuestionarse sobre varios temas en relación a la imagen visual y textual: ¿qué relación existe entre la imagen visual y la palabra escrita? ¿Cómo interactúan? ¿Es la imagen un tipo de narrativa? ¿Se puede mirar el texto como se mira una obra visual? ¿Cuáles son los límites que delimitan una manifestación de otra? ¿Quién/qué demarca tales límites? ¿Acaso los hay?

Una de las líneas clave que subrayan es que “la lectura es un acto visual al exponer el texto como objeto visual y jugar con la dirección de lectura, la tipografía, la forma, tamaño y disposición de las palabras. A su vez, mostramos que la recepción visual de la fotografía se experimenta a través del lenguaje: la percepción pasa por la mirada, pero la interpretación y dotación de significado es un proceso verbal”.

Para el equipo curatorial, el principal desafío de la muestra ha sido lograr “que las creaciones literarias sean también obras expuestas, ocupando el mismo espacio y adquiriendo la misma importancia que la imagen visual. Hemos optado por una museografía sencilla y elementos de mediación que ayuden a seguir fácilmente la relación y conexiones entre las obras de escritores y artistas visuales”.

En este sentido, apuntan que “la exposición tenía que venir acompañada, además, de un catálogo en el que se reflejase ese juego entre palabra e imagen. A través de un diseño cuidado y muy pensado, creemos que hemos conseguido mostrar esa bidireccionalidad e intermedialidad”.