La Hermana Clara Medina, de las Salesianas Misioneras de Cristo Pastor, Premio Impactun Cristianismo y Cultura Contemporánea por su labor tras la DANA de Valencia
El galardón ha sido otorgado por la Fundación Impactun en colaboración con el Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Universidad de Navarra

Foto /María Luisa Garayalde, presidenta de la Fundación Impactun, entrega el premio a la Hermana Clara Medina
Cuando se cumplen 6 meses de la DANA que asoló la Comunidad Valenciana, la Fundación Impactun, en colaboración con el Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Universidad de Navarra, ha entregado el I Premio Impactun Cristianismo y Cultura Contemporánea a la Hermana Clara Medina, de las Salesianas Misioneras de Cristo Pastor, por su labor en el barrio del Raval de Algemesí (Valencia), una de las zonas más vulnerables de España y de las más afectadas por las inundaciones. Este galardón busca reconocer a personas e instituciones que integren los valores cristianos de manera ejemplar y contribuyan significativamente al diálogo entre la fe y la cultura contemporánea, así como a fomentar una sociedad más justa, solidaria y transformadora.
Con este reconocimiento, se ha querido premiar su dedicación y liderazgo desde el inicio de la tragedia. Formada en Trabajo Social, la Hermana Clara coordinó un dispositivo de ayuda humanitaria con más de 600 voluntarios provenientes de diversas partes de España; gestionó la distribución de varias toneladas de alimentos, miles de litros de agua, así como productos de higiene y de primera necesidad; estableció un servicio de atención domiciliaria a numerosos ancianos y personas con movilidad reducida que quedaron aislados tras la catástrofe; y puso en marcha un servicio de acompañamiento psicológico y espiritual, ofreciendo espacios de escucha y apoyo emocional. Al recibir este reconocimiento, la religiosa ha querido destacar el carácter comunitario de su labor: “No lo recibo como algo propio, sino como algo construido en comunidad. Yo solo soy el signo visible de tantas personas que desde el silencio han sido uno con el sufriente”.
Durante el acto de entrega del premio, celebrado en el campus de la Universidad de Navarra en Madrid, y presidido por Alberto Horcajo, presidente de la Fundación Impactun, también ha tenido lugar la mesa redonda “La esperanza que nació del barro: dolor y caridad”, en el que han participado la premiada y Dolores López, profesora del Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea. Ha estado moderada por Javier García, director de la productora audiovisual Ongaku y del documental sobre la DANA "Los jóvenes que desfilan hacia el barro".
Para la Hermana Clara, esta experiencia ha supuesto una lección profunda de la fe ante la adversidad: “En momentos de crisis donde nada humano te plenifica suficiente, he visto cómo algunas personas han vuelto a abrazar la fe, a pesar de su situación de miseria. Y es que para acoger el don de Dios hemos de encarnar la experiencia de la propia pobreza, reconociendo que solos no podemos”. Preguntada por el papel del cristianismo en contextos de exclusión o emergencia, ha subrayado la necesidad de una presencia comprometida y sostenida: “Hay que evitar los ‘fogonazos’ que se apagan en pocos días. La transformación social pasa por la continuidad, por la denuncia de las causas de la injusticia, por implicar a todos en los proyectos, y por mantener viva la esperanza”. En sus palabras, “el Evangelio no solo inspira, sino que exige una acción valiente, humilde y perseverante”.
De todas las vivencias durante los últimos meses, se queda “con el rostro de tantas personas afectadas que me han recordado la importancia de agradecer desde lo pequeño; con los voluntarios que se dejaron la piel sacando barro; con la abundancia de donaciones que se multiplicaban; con la alegría de los niños que deseaban ayudar a toda costa; y con las miradas de ternura y gratitud de tantos padres que hacían fila para recibir comida”.