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El Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE) de la Universidad de Navarra celebró el pasado 4 de febrero un seminario sobre "Escuela, anticlericalismo y revolución: en torno a Ferrer Guardia". La sesión fue impartida por Juan Avilés, catedrático de Historia Contemporánea de la UNED y autor, entre otras publicaciones, de la obra biográfica ‘Francisco Ferrer y Guardia. Pedagogo, anarquista y mártir'.

El experto dio las claves sobre la figura de este complejo personaje y abordó lo sucedido en la Semana Trágica de Barcelona en 1909, temas que despertaron su interés y a los que decidió dedicar sus investigaciones puesto que, a su juicio, en la Semana Trágica de Barcelona "se mezclan todas las tensiones de la España de principios del S.XX: la Monarquía frente a la República, las aventuras coloniales frente al antibelicismo, la Iglesia frente al anticlericalismo, la opinión pública internacional y el sistema judicial español", entre otras.

Avilés señaló que "Ferrer Guardia fue básicamente un revolucionario, un hombre que se movió a caballo entre el Republicanismo radical y el Anarquismo" y, desde el año 92, una de las ideas más importantes para él fue la idea del magnicidio como vía de la Revolución. "El magnicidio fue el leitmotiv de su vida", indicó.

Ferrer fundó la Escuela Moderna en Barcelona, "cuyo propósito era claramente revolucionario. Su objetivo era destruir los mitos de la religión, del Estado y de la propiedad", apuntó el profesor. Asimismo, explicó que la Escuela abrió durante cinco años y tuvo un gran impacto ya que "montó una editorial que publicaba muchos de libros de texto para la propia Escuela y consiguió tener varios contactos internacionales".

La Escuela Moderna no fue la única actividad que Ferrer desempeñó en Barcelona. Tal y como apuntó Avilés, años más tarde lanzó un periódico titulado ‘La Huelga General', "que supuso la entrada en España de las ideas del Sindicalismo revolucionario francés", concluyó.