Un psiquiatra de la Universidad de Navarra desvela claves para combatir el estrés crónico, fuente de trastornos físicos y psíquicos

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Fernando Sarráis, psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra, recomienda equilibrar cansancio y descanso para evitar patologías físicas y psíquicas como la astenia crónica, la fibromialgia, los dolores crónicos, la angustia y la depresión. "Con la práctica se consigue incorporar esta armonía a la vida ordinaria hasta hacerla automática, como ocurre con otros muchos hábitos. Así se previenen esas consecuencias negativas", apunta en su libro Aprendiendo a vivir: el descanso, de la colección ‘Persona y Cultura' (EUNSA), donde desvela claves para combatir el estrés crónico y mejorar la calidad de vida.

Fernando Sarráis hizo estas declaraciones con motivo de la presentación de la colección de libros interdisciplinares ‘Persona y Cultura', en la que participan más de 100 expertos de 15 universidades. En el acto también intervinieron, además del Dr. Sarráis, los príncipes de Panagyuristhe Kubrat de Sajonia y Coburgo y su mujer Carla Royo-Villanova; Covadonga O'Shea, Presidenta de ISEM;  y Tomás Trigo, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y codirector de la colección.

Actividades para evitar el estrés y favorecer el relax

El psiquiatra Fernando Sarráis.

Foto: Manuel Castells

En ese sentido, el psiquiatra asegura que el descanso "depende de la realización de algunas actividades que promueven emociones positivas y neutralizan las negativas". Entre éstas propone las siguientes: ejercicio físico; disfrute de los sentidos, especialmente visuales (televisión, cine, fotografía, internet…); disfrutar de imágenes bellas, olores agradables, temperaturas acogedoras, silencio o sonidos tranquilizadores; la música; el cine; la lectura; los juegos; excursiones y viajes; la contemplación de cosas ‘buenas y bellas' como un paisaje, niños jugando, el mar…; la familia y los amigos; aficiones como la caza y la pesca; fomentar la risa y el buen humor; las manualidades y los arreglos;  la jardinería y la horticultura; las mascotas y animales de compañía; y la oración y actividades religiosas.

"Hay que aprender a desconectar, que significa dejar transitoriamente de pensar, recordar, imaginar y sentir la responsabilidad por las tareas que se realicen", apunta Fernando Sarráis. Y, según resalta, esto puede hacerse en un nivel superficial o de manera una manera más profunda, lo que implica un cambio de mentalidad: "No sentirse el único responsable de la tarea (compartir el peso y delegar), aceptar con buen humor el fracaso en ese trabajo, no hacer depender el valor o el prestigio personal de la realización perfecta de las tareas, y desprenderse emocionalmente de la opinión que puedan formarse los demás cuando juzguen cómo desempeñamos nuestros trabajos".