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Carmen Pegenaute, enfermera de  la unidad de hospitalización de psiquiatría del Hospital de Navarra, ha participado en la segunda edición del Curso de Formación en Enfermería para conseguir una "Familia Cuidadora Sostenible". Este programa forma parte de un proyecto de investigación novedoso de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra que está dirigido a capacitar a profesionales del sector para trabajar con familias cuidadoras de personas dependientes. La formación está basada en el modelo de Valoración e Intervención Familiar de Calgary (modelo canadiense pionero en la atención familiar). Este modelo permite identificar las fortalezas y las necesidades de cada familia y determinar qué intervención es la más adecuada según sus circunstancias particulares. Acabada esta segunda edición del curso, Carmen Pegenaute,  nos hace partícipes de su experiencia:

¿Qué le ha parecido el curso?
Me ha parecido muy bueno. Me ha metido el gusanillo de querer aprender más sobre este tema porque me fascina.

¿En qué ha consistido?
El curso se ha divido en una parte teórica y otra práctica. Ha sido uno de los más interactivos que conozco. En las sesiones, las profesoras crearon un ambiente de comunicación muy bueno. Propiciaban la participación y despertaban la atención y curiosidad en todos los participantes. La parte práctica, tanto a través de grupos como de vídeos de películas y, finalmente, del rol-playing, completaba y afianzaba lo aprendido.

¿Le ha servido para conocer nuevas formas de trabajar con familias cuidadoras de personas dependientes?
Sí, el curso me ha permitido conocer nuevas formas de trabajar con la familia. El trabajo con el paciente no se puede separar de su familia y su influencia. Cuanto más sepamos, mejor podremos comprender todos los procesos que afectan al enfermo y su entorno. No se trata solo del paciente, sino de la familia como un todo. También es importante tener en cuenta las fortalezas del paciente, conocerlas y ayudarle a encontrar soluciones, que él tome decisiones. En Enfermería no tenemos la varita mágica para resolver todos los problemas, pero sí para estar junto al paciente, escucharle y hacer que vea las opciones más fáciles. También es importante elogiar al paciente y a la familia,  es algo que no se suele hacer y, sin embargo, puede ser más terapéutico que muchos tratamientos. Todo esto lo tengo en cuenta cada vez que estoy con un paciente y un familiar.

¿Qué destacaría de la experiencia?
Todo: la preparación tan buena del profesorado, su pasión por el tema y su capacidad de saberlo trasmitir para que nos entren ganas de aprender más sobre el tema.

¿La recomendaría?
Ya he recomendado el curso a todas las enfermeras de mi unidad para que podamos trabajar con la misma filosofía y el mismo espíritu. En general, también animo a que lo cursen a todas las enfermeras. Me parece que puede ser una asignatura obligatoria en enfermería y no una optativa.