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El pasado 26 de octubre tuvo lugar la segunda sesión del ciclo de conferencias “El Museo del Prado: hitos históricos de sus colecciones”, que organizan la Fundación Amigos del Museo del Prado y la Facultad de Filosofía y Letras en el Museo Universidad de Navarra. En esta ocasión, el ponente fue Miguel Falomir, director adjunto de conservación e investigación del Museo del Prado, quien tituló su sesión “Regalar pinturas. De la colección real al Museo del Prado”.

Durante su exposición, Falomir abordó los modos como ingresaron las obras, ya sea en la antigua Colección Real o, desde 1819, en el ya constituido Museo del Prado. En este sentido, Falomir apuntó que un número elevado de las obras maestras no llegaron a manos de los monarcas o del Museo del Prado como resultado de una transacción económica, sino como regalos o donaciones. “Los regalos de obras de arte satisfacían los propósitos con los que estaban hechos, que podían ser desde el agradecimiento a un rey por un favor concedido, hasta el ganarse los favores de algún mandatario, el regalo tenían también un valor social”. Asimismo, Falomir añadió que los regalos servían también para conocer “los gustos de la época”, quien hacía un regalo no se aventuraba y se enteraba de los gustos de la persona a la que iba dirigido el presente a través de sus embajadores. En ese sentido, hay mucha correspondencia que nos ayuda a vislumbrar “cierto gusto español”.

A lo largo de su conferencia, Falomir analizó las motivaciones que subyacían tras estos regalos y donaciones, identificó a sus responsables e incluso aventuró una tipología de estas prácticas, que “jugaron un papel importante en las relaciones diplomáticas de la Europa Moderna”, y, sin las cuales, “el Museo del Prado no sería lo que es hoy”. “Sin embargo”-quiso añadir el experto-“ el mayor regalo de todos es el propio Museo al pueblo español, que se produjo cuando Isabel II deslindó sus propiedades personales de las del Estado y el Museo pasó a manos estatales”.