Investigación en terapias dirigidas contra el cáncer
El proceso de experimentación implica un procedimiento largo y pausado. De acierto y error, de repetir e insistir, pero no abandonar. Así trabaja Gabriela en su tema de tesis, con paciencia y disciplina.
Ella explica que el tratamiento actual del cáncer de páncreas suele ser paliativo. Dependiendo del estadio, se aplica quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, aunque con resultados modestos. Gabriela investiga nuevas estrategias para mejorar la eficacia de las terapias dirigidas contra el cáncer. Para ello utiliza una herramienta basada en la tecnología CRISPR-Cas9, que permite editar el ADN de forma muy precisa. Mediante este sistema, silencia miles de genes distintos en modelos de cáncer de páncreas en ratón con el fin de identificar cuáles de ellos hacen que los tumores sean más sensibles a determinados tratamientos.
En su trabajo, emplea lo que denomina una "librería genética": un conjunto de células tumorales modificadas, cada una con un gen diferente inactivado. "El CRISPR funciona como un bisturí molecular —explica—. Si le das una guía, busca la secuencia exacta de ADN que coincide con ella, la corta y provoca lo que llamamos un knockout, es decir, el silenciamiento del gen". Gracias a esta estrategia, se puede detectar qué genes, al ser eliminados, hacen que las células respondan mejor a las terapias dirigidas, abriendo la puerta a nuevas combinaciones de tratamiento más eficaces.